Los trabajadores del Zoo culpan a Colau de la muerte del delfín Anak

Los trabajadores del Zoo de Barcelona han responsabilizado a Colau de la muerte de la última hembra de delfín en la instalación, que tenía 33 años y se encontraba en tratamiento desde hace una semana debido a una enfermedad vírica.

Desde este parque aseguran que "ha sido un día triste" para la totalidad de empleados del Zoo, resaltando los "inmensos esfuerzos realizados" por parte del "equipo humano a cargo" de estos animales y señalando al consistorio.

FALTA DE INTERÉS Y NULA GESTIÓN

Los empleados señalan la "falta de interés" y "nula gestión" de Colau como motivo del fallecimiento, indicando que "las decisiones políticas, en muchas ocasiones mal fundamentadas y cuestionables, deben ser respaldadas con actos de responsabilidad y este no ha sido el caso".

En la misma línea, critican que "el Zoo tenía planificada y con presupuesto adjudicado la construcción de un nuevo delfinario, con múltiples piscinas naturalizadas que garantizaban un excelente cuidado para los animales a la vez que facilitaban la concienciación de los barceloneses con el Mediterráneo", un proyecto que "fue cancelado, anulado, por la alcaldesa Colau".

'CIUDAD LIBRE DE DELFINES'

Otro de los recordatorios en los que han hecho especial hincapié ha sido la aprobación de Barcelona como una "ciudad libre de delfines" por parte del Ayuntamiento de Colau, con el apoyo de políticos y animalistas.

Pese a garantizar que como trabajadores no entrarán en "debates filosóficos sobre la conveniencia o no de tener delfines", han recordado que "está claro que el delfín mular es una especie autóctona y muy representativa de un hábitat preocupantemente degradado como es nuestro Mediterráneo".

PROYECTO PUNTERO

Los empleados de la instalación afirman que el proyecto que tenían para el Zoo "era puntero y garantizaba elevados niveles de bienestar para los animales".

Por ello, han explicado que "Barcelona debería haber ejecutado este proyecto que ya estaría en funcionamiento desde 2017", así como "asumir la responsabilidad de mantener adecuadamente a los delfines, y dejar de tirar pelotas fuera como han hecho durante estos últimos casi tres años".