Tres lugares de Barcelona en los que triunfa la vegetación
El Teatre del Raval, Palo Alto o la Fábrica Moritz son algunos lugares verdes en plena ciudad
12 noviembre, 2019 18:28Noticias relacionadas
Jardines, parques, espacios públicos naturales… Todos ellos son lugares donde la vegetación es el mayor protagonista, pero también empieza a adquirir cada vez más relevancia en espacios interiores o en fachadas.
El verde de la naturaleza conquista Barcelona y deja un paisaje aún más bonito, tanto en el interior de ciertos lugares, como en los exteriores. Estos son solo algunos ejemplos de sitios de Barcelona donde la vegetación triunfa.
PALO ALTO
En Poblenou se puede visitar el recinto de Palo Alto, hoy reconvertido en un espacio propio para los artistas de la ciudad. Concretamente, en Palo Alto Market, se puede admirar un mercado vintage de diseño (sí, es posible unificar ambos términos), disfrutar del arte y hacer algunas compras gastronómicas.
Su mayor atractivo no reside en el mercado en sí, sino en las fachadas con vegetación que pueblan los callejones de este recinto. El visitante tampoco se puede perder las buganvillas, la flor más destacada del lugar.
FÁBRICA MORITZ
Tomar una cerveza en la Fábrica Moritz del Eixample es toda una experiencia. Su decoración industrial, con grandes muros de hormigón, contrastan con el enorme jardín vertical que puede apreciarse en una de sus paredes.
Es obra del arquitecto Patrick Blanc, quien ha hecho auténtica magia en este espacio de más de 4.500 metros cuadrados donde la cerveza, el ladrillo, el acero, el hormigón y la vegetación se unen para conquistar al visitante.
TEATRE DEL RAVAL
Un clásico entre los barceloneses y un must have para los visitantes de la Ciudad Condal. En El Raval se encuentra el teatro que lleva el mismo nombre. Es un punto imprescindible de encuentro no solo por las obras que se desarrollan en su interior (que también), sino por el impresionante jardín vertical de 45 metros cuadrados que se aloja en su fachada.
Además, lo más curioso de todo es saber que se trata de un jardín autosostenible. Aprovecha el agua de la lluvia que se almacena en el tejado para regarse, mediante un sistema de bombeo en el que se usa la energía solar, creando así un sistema perfecto para dotar de agua a las plantas cuando lo necesitan.