El centro de menas se paraliza… hasta que haya nuevos presupuestos
El Ayuntamiento ya descarta definitivamente que el polémico equipamiento vaya en los terrenos del Fòrum
25 noviembre, 2019 00:00Noticias relacionadas
El Ayuntamiento ha descartado definitivamente la zona del Fòrum como la ubicación de un gran centro de menores extranjeros no acompañados (MENAs), según ha podido conocer Metrópoli Abierta de fuentes solventes. De hecho, no hay aún una ubicación exacta para el mismo, aunque se manejan espacios alternativos en la Verneda o en Nou Barris. Tal y como publicó este diario, el consistorio se negó a detallar recientemente plazos o ubicaciones a una pregunta registrada por la concejal de Ciudadanos Marilén Barceló.
A pesar del secretismo que rodea el asunto, este medio ha podido conocer que la Administración no hizo nada en los últimos dos meses porque “no hay presupuesto. En cuanto vuelva a haber una dotación presupuestaria, el tema se revitalizará y se volverá a trabajar con planos encima de la mesa”, indican fuentes solventes. En otras palabras: ni presiones vecinales ni temores políticos asustan al Ejecutivo catalán. "Es una cuestión de dinero", confirman en el Ayuntamiento. En estos momentos, precisamente, los comunes están negociando con republicanos y con postconvergentes (por separado) el posible apoyo a los presupuestos de la Generalitat del año que viene, ya que el Govern no tiene la mayoría para tirarlos adelante en sede parlamentaria, al no contar con el apoyo de la CUP y, por tanto, no disponer de la mayoría absoluta.
Ello implicaría que las nuevas cuentas podrían estar listas a primeros de año, con las partidas correspondientes liberadas. Esta evidencia, no obstante, ha puesto de guardia a las asociaciones vecinales de Sant Martí, que es la zona donde se había dispuesto que iría el polémico centro.
SE PASAN LA PELOTA
Diversas entidades se han ido reuniendo durante las pasadas semanas con representantes políticos para conocer los planes de las Administraciones con respecto a la polémica decisión, pero los responsables no quieren adelantar acontecimientos y mantienen la callada por respuesta. Es más: desde la Generalitat piden que se pronuncie el Ayuntamiento y desde el consistorio quieren que se pronuncie la Generalitat.
“La construcción del centro es una competencia de la Generalitat y, en concreto, de la consejería de Trabajo, Asuntos Sociales y Familias. Por tanto, ellos son los que tienen que decir dónde va ese equipamiento”, razonan desde el consistorio. El concejal de distrito, el socialista David Escudé, ha mantenido contactos con colectivos vecinales pero tampoco desvela oficialmente lo que se negocia entre bambalinas.
REUNIÓN CON ALAMANY
“Se pasan la pelota unos a otros porque es una patata caliente que nadie quiere gestionar. Y lo único que queremos nosotros es que nos digan cómo van a hacerlo”, explica a Metrópoli Abierta una fuente vecinal. Hace escasos días, una comisión de éstos se entrevistó con representantes de ERC, entre los cuales se encontraba Elisenda Alamany, la mano derecha de Ernest Maragall en el Ayuntamiento, que además es miembro del consejo de distrito.
La reunión con los republicanos, a pesar de que no estén en el gobierno municipal, tiene una poderosa razón de ser: Chakir El Homrani, consejero de Trabajo, es de ERC. Y de él depende la construcción del macrocentro de menas. La cumbre tuvo lugar en la sede que los republicanos tienen en Poblenou, pero en ella no se aclaró nada. “Nos confirmaron que el centro se tiene que hacer, pero que su ubicación definitiva depende del Ayuntamiento”, se quejan los vecinos. Justamente, el Ayuntamiento les dice a los mismos interlocutores que el centro irá “donde diga la Generalitat”.
SILENCIO ADMINISTRATIVO
Pero sí hay una cosa cierta: desde el consistorio descartan ya que vaya en los terrenos del Fòrum porque “no es el lugar más idóneo”. Esta fue también la respuesta dada por representantes del distrito a una representación de la asociación Barri Digne en otra reciente reunión.
El tema también estuvo presente en la última reunión del pleno del distrito, hace un par de semanas, donde se preguntó directamente a los responsables municipales si había alguna decisión tomada o alguna negociación en curso, pero lo que hubo fue un cerrojazo informativo. Un silencio administrativo en toda regla. “El pleno del Distrito no nos dice nada y el consejero no respira. Ya no sabemos qué hacer. Hemos estado dos meses de acampada. Si es preciso, volveremos a hacerlo, pero tampoco queremos alarmar a los ciudadanos”, advierten los dirigentes vecinales. Las espadas, pues, siguen en alto.