Unos 400 restauradores han participado este martes en un acto de protesta contra el aumento de la tasa de terrazas que el gobierno de Ada Colau y Jaume Collboni quiere poner en marcha el próximo año en Barcelona. En el acto, que ha tenido lugar en el teatro Club Capitol, también han tomado parte algunos de concejales de la oposición, como Manuel Valls (Barcelona pel Canvi), Elsa Artadi y Jordi Martí (Junts per Catalunya), Luz Guilarte (Ciudadanos), Miquel Puig (ERC) y Josep Bou (PP).
El director general del Gremi de Restauració de Barcelona, Roger Pallarols, ha acusado al ejecutivo municipal de querer multiplicar la tasa. “Estamos ante una nueva medida contra la restauración. Forma parte de una intolerable campaña de fustigación que sufrimos desde hace cuatro años”. “El gobierno quiere reducir uno de los principales activos de la ciudad en lugar de estimularlos”, ha añadido Pallarols.
Para Pallarols, la iniciativa del gobierno municipal se pondrá en marcha en un contexto de desaceleración económica y de una pérdida importante del prestigio de la marca Barcelona. “En algunos casos, algunas de las tasas se multiplicarán por ocho”, ha criticado el director del Gremi, para quien el gobierno municipal “está obstinado” en perseguir a los restauradores, uno de los motores de la ciudad.
LA TASA SOLO BAJA EN UN 1% DE ESTABLECIMIENTOS
La subida afectará a todas las terrazas de los distritos del Eixample, Gràcia y Ciutat Vella, donde se concentran el 50% de los veladores de la ciudad. Los restauradores critican que el “desorbitado” incremento no se producirá únicamente en las zonas más turísticas, como la Rambla, sino en emplazamientos que suelen estar frecuentados por clientes barceloneses. “Las subidas oscilarán entre el 200 y el 800%. Son aumentos promovidos por gente que no sabe lo que es sacar adelante un negocio. Del total de 5.539 terrazas, el próximo año solo 60 pagarán un impuesto menor, el 1% de ellas”, ha subrayado Pallarols.
El Gremi de Restauració ha hecho un llamamiento a los grupos de la oposición a impedir que el gobierno de Colau y Collboni consiga aprobar las ordenanzas fiscales y con ello la subida de la tasa de terrazas. Barcelona en Comú y PSC suman únicamente 18 de los 41 regidores del pleno, aunque las cuentas municipales -incluidas las ordenanzas fiscales- lograron pasar el primer trámite este noviembre en comisión municipal, en parte gracias a la abstención de ERC. El visto bueno definitivo se tiene que dar este diciembre en el pleno municipal. Pallarols ha agradecido la “empatía” de la oposición municipal y les ha pedido que paren el impuestazo.
"EL ERROR MÁS GRAVE"
El economista y concejal de ERC, Miquel Puig, ha reconocido que su partido está negociando con PSC y Barcelona en Comú la aprobación de los presupuestos y de las ordenanzas fiscales. "Queremos que la ciudad tenga un presupuesto porque será bueno para Barcelona”. Puig ha comentado que el impuesto de las terrazas es el error más grave de las ordenanzas fiscales y se ha comprometido a hacer “todo lo posible para mejorar la propuesta”, aunque parece poco probable que no se ponga en marcha.
El exprimer ministro francés, Manuel Valls ha dicho que el Ayuntamiento de Barcelona tiene que dar apoyo a los restauradores y no lo hace. “La propuesta de modificación de la tasa de terrazas es un despropósito. Las subidas tienen que ser razonables, graduales y sostenidas. Las subidas tan fuertes se pueden traducir en pérdidas de puestos de trabajo. No es el momento para subir los impuestos. Es un error político y económico. El incremento comportará menos dinero para la ciudad porque habrá negocios que cerrarán. Mi compromiso es que haré todo lo posible para que no suba esta tasa”.
Para la regidora de Ciutadans, Luz Guilarte, la ciudad necesita de la colaboración publico-privada. "Hay que dar apoyo a un sector como el de la restauración. Hay una cruzada contra el sector del ocio en Barcelona. Estamos a tiempo de buscar una solución. Tenemos que conseguir que el gobierno se siente en una mesa técnica con el sector. Se tiene que buscar una tasa consensuada que suba razonablemente.
Como Puig, Elsa Artadi considera la tasa propuesta es el error más grande de los presupuestos de Colau y Collboni para el próximo año. La regidora de Junts per Catalunya ha calificado el impuesto de los restauradores de abusivo. “Tendrá un impacto en los lugares de trabajo del sector”, ha agregado Artadi, que ha transmitido a los asistentes el apoyo del exconseller Joaquim Forn y excabeza de lista de la formación en las pasadas municipales.
SUBIDA RAZONABLE
El presidente del Gremi de Restauració, Pere Chias, propone consensuar una actualización de la tasa que sea “razonable, asumible y progresiva, teniendo en cuenta el contexto económico actual”. Chias también ha alertado del riesgo que supone el acuerdo global para aprobar las cuentas a ambos lados de la plaza de Sant Jaume pase por “algo tan grave como la subida de la tasa de terrazas. Los restauradores no podemos ser las víctimas de un pacto cruzado por los presupuestos entre Ayuntamiento y Generalitat”. Para Chias, el gobierno tiene “miopía que no sabe leer la situación actual” y siente “animadversión hacia el turismo”.
En el acto, algunos restauradores han expuesto su testimonio. Uno de ellos ha sido Ignasi Torralba, el propietario del restaurante de Amaya, ha calificado la propuesta de Colau y Collboni de “voracidad recaudatoria”. “Cuando ya tenemos una tasa alta y te la multiplican por cinco, nos están invitando a salir a calle. Nosotros no quemaremos contenedores, pero seremos persistentes. Tenemos la fuerza de la razón”.
SECTOR UNIDO
La también restauradora, Ada Parellada, ha defendido la necesidad de que el sector de la restauración pueda tener negocios viables. “Tenemos el oficio más bonito del mundo. No tengo terraza. Me da mucha pereza. Pero somos un sector en el que vamos todos unidos. Cuando uno levanta la voz, todos estamos ahí. Nosotros somos los grandes contratadores de los sectores más desfavorecidos.
El encuentro ha contado también con la presencia del presidente de Pimec Comercio, Álex Goñi; el presidente de Barcelona Oberta, Gabriel Jené, y los conocidos restauradores Albert Adrià –hermano del cocinero Ferran Adrià- y Jordi Cruz. Parellada ha recordado las recientes palabras de Adrià de que no sabía si volvería a abrir otro establecimiento en Barcelona por las muchas trabas con las que se encuentra.