Los trabajadores del Clínic: “Estamos con el agua al cuello”

Ser actualmente trabajador del Hospital Clínic significa, en muchos casos, convivir con la precariedad. El auxiliar de enfermería y de la unidad cardiaca y delegado de la CGT, Richard Nelo, recuerda a Metrópoli Abierta una realidad que es conocida desde hace años pero que aún está lejos de desaparecer: “estamos con el agua al cuello. El incremento enorme de trabajo que tenemos provoca que, a veces, tengamos que ir corriendo para poder hacerlo todo”.

LA QUIETUD DE LA GENERALITAT

Hay varias razones que hace que los empleados estén inmersos en este universo de inestabilidad. Como cuenta a este diario Álex Duque, administrativo del Clínic y secretario de Comisiones Obreras (CCOO), se debe a que la Generalitat de Cataluña no aprueba nuevos presupuestos desde hace tres años. “Estamos con unos presupuestos prorrogados mientras tenemos más pacientes que antes. Estamos realizando una mayor actividad con menos dinero”, lamenta Duque y, al mismo tiempo, asegura que apenas se han creado nuevas plazas.

Por si la quietud del gobierno de Quim Torra no fuese ya suficiente impedimento para ofrecer un servicio de calidad, desde 2010 se descuenta a la plantilla el 5% del sueldo y, además, su salario ha estado congelado hasta el 2017. “Hace un año nos subieron alrededor del 1% y este año un 2,25%. Pero en comparación con lo que sube todo en Barcelona, es nada”, señala un delegado de la CGT, que prefiere hablar bajo anonimato.

Vallejo y Duque en la sección sindical de la CCOO en el Hospital Clínic / ALBA LOSADA

SUPLENCIAS DE “10, 12 O 14 AÑOS”

Otro de los factores que socaba los derechos de los trabajadores son las suplencias. Francisco Vallejo, delegado de CCOO y sanitario del hospital, apunta que “hay un gran número de suplentes”. Algunos hasta pueden pasarse “10, 12 o 14 años” haciendo suplencias y hay casos que pueden sumar más de 200 contratos.

“Aquí tienen condiciones muy precarias, dependen de los que mandan. Si deciden no llamarles, no lo volverán a hacer. No quieren empleados, sino esclavos”, sostiene Vallejo al compartir una opinión similar a la de Víctor Sánchez, camillero, auxiliar sanitario y delegado de la CGT. “Son especialistas en putear a los suplentes. Se pueden pasar cuatro días comiéndose el tarro: ‘¿habré hecho algo mal para que no me llamen?’. Están siempre en esa incertidumbre”, señala Sánchez. Además, añade que hay empleados fijos que trabajan los fines de semana que también se encuentran en pésimas condiciones. “Alguno puede llevar 11 años en este horario y no le cambian a entre semana para que haga más horas. Se queda cobrando 800 euros al mes aunque tenga familia”, lamenta.

SIN AYUDA LEGAL

La gran cantidad de años que un trabajador puede estar realizando suplencias ha llevado a algunos a denunciar a la empresa. Duque detalla que aunque el empleado suele ganar el juicio, la empresa termina casi siempre despidiéndole. ¿La razón? “La reforma laboral lo permite”.Y, además, la compañía tiene el derecho de decidir si readmitir al empleado o darle la indemnización para despedirle.

Suárez junto a otro paciente, Nelo y Sánchez en la sección sindical de la CGT en el Hospital Clínic / ALBA LOSADA

Un caso que prueba esta realidad es la de una trabajadora del servicio de limpieza, que tras haber acumulado más de 200 contratos interpuso una demanda. “Terminó en la calle. A la empresa le resultó más conveniente darle 11.000 euros de indemnización que pagarle los salarios de cuatro años y encima darle una plaza”, detalla Vallejo.

FALTA DE TRANSPARENCIA

La transparencia es otra cuestión a mejorar para Duque. En su opinión, las auditorías que realiza la Generalitat "no son estrictas". Alega que, por ejemplo, se destinan equipamientos del Hopital Clínic al centro privado Barnaclínic, del mismo modo que desde las bases desconocen si utiliza parte de su presupuesto a éste.

Es por eso que una de las propuestas de Duque para mejorar el panorama del hospital es que “el 100% de los recursos públicos destinados a Sanidad se inviertan en los centros públicos. Eso de que el 25% del presupuesto se vaya a la privada, no está bien. Es un modelo sanitario que implantó la Convergència i Unió (CiU) de Jordi Pujol y que Esquerra Republicana de Catalunya (ERC) no ha sido capaz de tumbar”.

MÁS PROPUESTAS

Las fuentes consultadas por este diario tienen una multitud de propuestas que podrían hacer del centro sanitario un lugar mejor. Nelo sostiene que se “debería agilizar el proceso de adjudicación de plazas”, ya que hay personas que no pueden idear planes de futuro, como tener hijos, si siempre están de suplentes.

Duque va en la misma línea que Nelo al recordar que se debería “desprecarizar el trabajo de los profesionales” y "aprobar unos nuevos presupuestos de forma urgente”. O, lo que es lo mismo, que la Generalitat tenga en cuenta que Cataluña necesita recuperar la calidad del sistema sanitario que se vio minada por los recortes de la crisis. Si los nuevos presupuestos no llegan, solo contribuirá a que para muchas personas trabajar signifique vivir ahogado.