El parque del Mirador del Poble-sec, un vertedero a los pies de Montjuïc
Los vecinos de la zona claman una mayor actuación por parte del Ayuntamiento y los cuerpos de seguridad
19 diciembre, 2019 00:00Noticias relacionadas
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Jeringuillas, preservativos, botellas de alcohol rotas, colchones mohosos, defecaciones humanas y cientos de ratas inundan el parque del Mirador del Poble-sec. A los pies del exclusivo hotel de cinco estrellas Miramar y de la glamurosa terraza Martínez se encuentra este espacio verde que preocupa al vecindario del distrito de Sants-Montjuïc.
"Es una vergüenza tener esto de esta manera" denuncian a Metrópoli Abierta Aurora y María, dos vecinas que acuden al parque para practicar Tai Chi. Preocupadas por el estado que ha ido cogiendo la zona en los últimos años, aseguran que al Ayuntamiento de Barcelona "no le importa el barrio" y ratifican que "no atiende a las llamadas en las que se pide que se tome cartas en el asunto".
Una de ellas confirma que cuando su hija era pequeña la llevaba a pasear por la zona, pero que ahora "no pueden entrar los niños. Está sucísimo y es totalmente insalubre". Tras ellas están algunas de las cabañas de los sintecho que han tomado el lugar: "Van de un parque a otro. Cuando los echan de uno se establecen en otro espacio y lo sienten suyo. Montan hogueras, se construyen sus cerramientos y realizan sus necesidades sin ningún pudor", exclaman.
COLCHONES PODRIDOS
Junto a la entrada del parque del mirador del Poble-sec, unos efectivos de mantenimiento de parques y jardines se esfuerzan por recoger la suciedad que se acumula en el suelo. Uno de los empleados asegura a este medio que son la única brigada de parques y jardines que hace una limpieza tan profunda: "En teoría deberíamos recoger las papeleras y un poco lo de alrededor, pero a diario tenemos que lidiar con jeringuillas, cristales, tiendas de campaña, cartones, colchones podridos y maletas abiertas de robos a los turistas de los cruceros".
El trabajador, encargado de mantener limpio el espacio, explica el procedimiento que tienen que seguir habitualmente: "Cuando nos encontramos un cúmulo muy grande de bazofia y basura lo comunicamos al encargado y le mandamos una foto. Este se dirige al servicio de área y vienen los de las brigadas de limpieza, con la policía o la Urbana. Desalojan la suciedad, pero a los dos días vuelve a estar igual".
MÁS INSEGURIDAD
La inseguridad del amplio espacio es otro de los aspectos que preocupan cada vez más a los vecinos que pasean por la zona. Gracia Andrés y Conchi Alonso, dos amigas que quedan para sacar a sus mascotas, dicen que no llevan "ni bolso, ni dinero" porque "no se fían". "Últimamente se ha intensificado la inseguridad, hay dos o tres moritos que no te dejan pasar sin robarte", confiesan.
"Una mujer no puede ir sola", lamenta una de ellas, mientras que la otra secunda su versión asegurando que "Aunque un camión se lleva los colchones y las pertenencias de esta gente, lo que hace falta es vigilancia". Explican que "Está lleno de drogadictos, sintecho y ladrones" y confirman que en el lugar "Han habido hasta violaciones". "A una amiga nuestra de 73 años la intentaron violar. Le dejaron la cara como un cristo", se quejan.
Confirman que la situación es pesada para los vecinos: "Cuando paseo a mi perrita tenemos que esquivar todo tipo de objetos peligrosos como jeringuillas o cristales para que no se hagan daño". También confirman a este medio que la situación de inseguridad de la zona se ha vuelto tan tensa que son los mismos vecinos los que se alertan entre ellos: "Nos avisamos sobre los sitios por los que podemos pasar y los que no, pero no podemos pasear por aquí sin miedo a que nos roben o nos pase algo grave".
NIDO DE SUCIEDAD Y RATAS
Rogelio González es uno de los habitantes del bloque que da al principio del parque del Mirador del Poble-sec. Explica que hace un tiempo tuvieron que vallar la entrada de su edificio, ya que era habitual ver colchones ardiendo y peleas entre los sintecho que se refugiaban en el espacio vecinal. "Esto es un bosque, no es un lugar para estar tranquilamente", lamenta el propietario, que asegura que el Ayuntamiento puso unos grandes bloques de cemento para apartar a los "vagabundos" y que se han convertido en un "nido de suciedad y ratas" donde "se meten, guardan sus cosas y se drogan a plena luz del día".
En uno de los costados del edificio donde vive, se encuentra un pequeño parque infantil en el que arde un fuego, provocado con unos papeles de diario, que unas menores del instituto Consell de Cent intentan apagar: "Es habitual encontrar cosas así, ya no nos sorprendemos" comenta una, "Ni los de nuestro colegio ni los de los Salesians de Poble-sec solemos venir por esta zona porque nos da miedo", asegura otra.
La situación cambia al subir la pequeña montaña. En la cumbre del parque que preocupa al barrio del Poble-sec se encuentra una gran explanada, plagada de turistas que fotografían las preciosas vistas de la ciudad. El espacio, que preside el hotel de lujo Miramar, y custodian dos terrazas con precios prohibitivos, está perfectamente cuidado. Diversos efectivos de limpieza se encargan de que no haya suciedad en el lugar y recogen, una por una, todas las hojas que van cayendo de los árboles.
GUARDIA URBANA Y LIMPIEZA
La diferencia es abismal entre un lugar y otro, a pesar de que los separan pocos metros de distancia. El Ayuntamiento ha asegurado a este medio que no ha recibido un incremento de quejas vecinales en los últimos meses ante el estado actual del parque, por lo que no se está llevando a cabo una actuación especial en el lugar. Fuentes municipales han descrito a Metrópoli Abierta que los servicios municipales que actúan son la Guardia Urbana, los servicios de limpieza, educadores y civismo, para "mantener el parque correctamente".