El Ayuntamiento de Barcelona se quiere sacar de encima el 15% de acciones que le quedan de Servicios Funerarios de Barcelona (SFB) y renunciar, de esta manera, al control que tiene en la empresa en temas como las tarifas, como denunció el PSC antes de las elecciones en varias ocasiones. La propuesta de venta figura en el orden del día de la comisión de Economía y Hacienda que tendrá lugar este miércoles por la tarde. La transacción necesita ser aprobada por la mayoría de los regidores del consistorio -21 de los 41 concejales- y tendrá que pasar por el pleno municipal. Si la medida sale adelante, SFB pasará a ser de capital totalmente privado. El 85% restante lo tiene actualmente la empresa Mémora.

Metrópoli Abierta se ha puesto en contacto con los siete grupos municipales para conocer el sentido del voto. Salvo cambios de última hora, Barcelona en Comú y PSC votarán a favor, según el departamento de prensa del Ayuntamiento, aunque los socialistas no han respondido a los requerimientos de este medio. También se inclinará por el  la formación Barcelona pel Canvi, que lideran Manuel Valls y Eva Parera. Así lo ha confirmado Parera a este medio. 

Fuentes de Ciutadans han asegurado que su voto será contrario, mientras que PP ha indicado que hará "reserva de voto", es decir que no se mojará hasta que la propuesta vaya al Consejo Plenario. Al cierre de esta edición, tanto ERC como JuntsxCat todavía estaba estudiando el sentido de su voto. Según el Ayuntamiento, la venta forma parte de las negociaciones de presupuesto y el importe que se obtenga se destinará a vivienda y rehabilitaciones. El hecho de que la venta haya formado parte de los acuerdos de presupuestos, que Ada Colau ha aprobado con el apoyo de ERC y JuntsxCat, podría significar que la aprobación de la venta estaría más que bendecida.

HEREU DEJÓ ESCAPAR LA MAYORÍA

Hasta abril de 2011, el consistorio barcelonés tenía la mayoría de participaciones de Servicios Funerarios de Barcelona, concretamente el 51%. Sin embargo, el alcalde Jordi Hereu consumó, un mes antes de las elecciones que perdió frente a Xavier Trias, la venta del 36% de las acciones por 63,8 millones a Mémora. La operación había sido aprobada unos meses antes, en julio de 2010, por el pleno municipal. De esta manera, Mémora se hizo con el 85% de las participaciones. Por aquel entonces, SFB estaba valorada en 190 millones de euros. El proceso de privatización se inició en 1997 cuando SFB se convirtió en una sociedad mixta. En 2013, Trias intentó vender el 15% restante de las acciones, pero el proceso no culminó  

Según figura en el orden del día de la comisión de Economía y Hacienda, el 15% del accionariado se pondrá a la venta, cuando haya superado los distintos trámites municipales, mediante una subasta pública a través de la empresa Barcelona de Serveis Municipals, titular de las participaciones. En caso de que la subasta quede desierta, el proceso que se seguirá dará a Mémora -Pompas Fúnebres Mediterráneas en el documento- el derecho preferente para la compra si es que la empresa está interesada. El Ayuntamiento recuerda que cuando se vendió el 36% de las acciones a Mémora en 2011 se firmó un contrato mercantil con opción a la compra del 15% del resto de las acciones.

De privatizarse por completo SFB, el Ayuntamiento perderá el control que todavía tiene en la empresa, por ejemplo, en temas como las tarifas de los sepelios. Es decir que el día siguiente a la privatización, Mémora -controlada por el fondo canadiense Ontario Teachers Pension Plan- podría poner los precios que quisiera a los entierros, afirman fuentes del sector funerario a Metrópoli Abierta. SFB cuenta con cuatro tanatorios en la ciudad, Sancho de Ávila, Collserola, Les Corts y Sant Gervasi.

FRACASO DE LA FUNERARIA PÚBLICA

La venta de 15% de las acciones SFB es un requisito obligado para que el gobierno municipal pueda reactivar, si lo cree oportuno, la creación de una funeraria pública, una operación que en el mandato pasado fracasó por completo. En el pleno del 27 de febrero de 2019, la propuesta de Barcelona recibió un duro varapalo porque votaron en contra ERC, PSC, el entonces PDeCAT, Ciutadans y PP. Únicamente, la CUP y los regidores no adscritos, Gerard Ardanuy y Juanjo Puigcorbé, avalaron la propuesta de Ada Colau

El Ayuntamiento no se ha querido mojar si se este mandato se impulsará de nueva la funeraria pública, aunque asegura que este proyecto forma parte "del pacto de gobierno" entre socialistas y comunes. Las mismas fuentes recuerdan que la puesta en marcha de este equipamiento necesitará de la aprobación de la mayoría del pleno.

El pasado mandato, el PSC, ahora en el gobierno de la ciudad, no solo se posicionó en contra sino que tres meses antes de las elecciones publicó un vídeo en el que culpaba a Colau de usar la funeraria para tapar sus fracasos. En la grabación, el PSC decía que Colau había permitido subir los precios de los entierros más baratos un 16% y aseguraba que la creación de una funeraria pública no haría bajar los precios.

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