El tenis catalán estuvo a punto de quedarse sin federación propia allá por 2017. ¿Cómo es posible que uno de los deportes más practicados en Cataluña estuviese al borde de la liquidación?
Esta pregunta tiene varias respuestas posibles pero algunas fuentes a las que ha tenido acceso Metrópoli Abierta dejan entrever que todo se resume en una: la gestión “superdeficiente” de la junta directiva liderada por Joan Navarro entre los años 2012 y 2017.
UNA DEUDA ASFIXIANTE
Este adjetivo es el que ponen fuentes cercanas a un exalto ejecutivo de la Federación Catalana de Tenis (FCT) cuando se les pregunta por una valoración del mandato de cinco años de Navarro. Hay que recordar que, tal y como publicó este medio el pasado 8 de febrero, la actual junta liderada por Jordi Tamayo heredó una deuda de 6,1 millones cuando entró en 2017.
En aquel momento, el actual presidente y el resto de directivos debatieron muy seriamente sobre la viabilidad del futuro de uno de los organismos federativos más históricos que existen en Cataluña. Finalmente, el empeño del máximo dirigente en sacar la situación adelante convenció a sus compañeros y la FCT siguió en marcha aunque con muchos problemas económicos.
PÉRDIDA DE POTENCIAL DEPORTIVO
Estas mismas fuentes citadas anteriormente aseguran que, si bien Tamayo y su gente han conseguido reestructurar la deuda a largo plazo, lo han hecho a costa de dejar a la asociación prácticamente sin patrimonio. Y esto se ha resentido en el proyecto deportivo, que “ha perdido mucho potencial”.
“Ahora no hay pérdidas y los trabajadores cobran al día pero porque solo hay 25”, aseguran. En definitiva, “la Federación subsiste pero ha dejado de ser un referente a nivel español”, afirma esta fuente que prefiere mantenerse en el anonimato.
SOLO 25 EMPLEADOS
Cuando la junta dirigida por el expresidente Francesc Orriols, que lo fue entre el 2008 y el 2012, accedió al poder, heredó cuatro recintos deportivos los cuales eran propiedad de la FCT: uno en Sant Joan Despí, otro en l’Hospitalet, un tercero en Cornellà y un cuarto en La Teixonera, en la Vall d’Hebron.
En este momento, la Federación solo posee una parte del de Cornellà y porque no tiene más remedio. El resto de instalaciones ya no son suyas. “Llegamos a tener cuatro instalaciones en Cataluña y 220 trabajadores. Ahora solo empleamos a 25 personas y la única instalación que tenemos en propiedad es la parte pública de la de Cornellà”, reveló Jordi Tamayo a este medio hace un par de semanas.
El joven abogado tiene muy claro que la federación que él dirige, más aún con su situación financiera actual, no puede dar trabajo a más personas. Básicamente porque no se las puede pagar. La deuda actual de la FCT es de 2,8 millones de euros.
VENTAS A LA DESESPERADA
En 2012, unos meses antes de las elecciones en las que Navarro se impuso a Orriols, el segundo informó al primero sobre dos jugosas ofertas que barajaba sobre los terrenos de Sant Joan Despí y l’Hospitalet, dos centros “que no eran rentables”, indica esta fuente.
“Juntas sumaban 1,5 millones de euros. Las rechazaron porque creyeron que podrían sacar más dinero por ello. No fue así”, dice esta anónima voz muy vinculada al tenis catalán. Por poner en perspectiva, en febrero de 2019 se hizo público que la actual junta solo pudo sacar unos 2,5 millones de euros por la venta de las instalaciones de Cornellà y l’Hospitalet.
FERROVIAL Y CORNELLÀ
El caso de Cornellà es bastante particular. Este complejo municipal de tenis tiene una parte privada y otra pública. Esta segunda la tiene la FCT en propiedad hasta 2056. No se puede desprender de ella. Por lo tanto, solo se pudo deshacer de la privada.
Al principio, Ferrovial estuvo interesada en esta parte. Ofreció hasta 4,6 millones pero las negociaciones no llegaron a buen puerto. Al final, en febrero de 2019, se la quedó el grupo UP, que preside el extenista profesional Tomàs Carbonell.
17.000 LICENCIAS MENOS EN OCHO AÑOS
Pero esta fuente lo que verdaderamente critica a Tamayo es el “no tener un proyecto deportivo claro”. En el año 2012, la FCT contaba con 42.000 licencias mientras que, en 2020, solo tiene 25.000.
Según los expertos en la materia, hay dos maneras para encarar el futuro deportivo de una federación de tenis como la catalana. Se puede hacer a través de las escuelas de los clubes o becar a aquellos tenistas jóvenes que se les perciba cierto recorrido. Para esta respetada voz del tenis catalán, la actual junta “no hace lo suficiente” en estos apartados.
LA IMPORTANCIA DE LA FORMACIÓN
Aunque, según Tamayo, el objetivo de su presidencia siempre ha sido revertir todo lo que gane la FCT en formación para los deportistas y los entrenadores. “Hemos hecho un giro radical en las políticas de formación de la federación”, afirmaba el presidente hace quince días.
La federación también ha cambiado su política con la licencia para tenistas. Para que ésta sea federativa, la FCT ha optado por hacerla de octubre a setiembre y no de enero a diciembre, como hasta ahora.
BADOSA, LA ÚNICA JOVEN QUE DESTACA
En vez de becar a los jugadores directamente, los que tienen cierto futuro, la FCT los envía al Centro de Alto Rendimiento (CAR) de Sant Cugat del Vallès a entrenar entre ellos una vez por semana, por edades distintas. Además, la federación también les ayuda aportando psicólogos deportivos, aunque la mayor parte del año estos jóvenes valores del tenis catalán entrenan en su club.
Sea como sea, si uno mira el ranking de la ATP (hombres) o de la WTA (mujeres) puede ver que, por el momento, el único tenista joven catalán que destaca es una mujer: Paula Badosa, una chica de Begur (Girona) aunque nacida en Nueva York hace 22 años. La pupila de Xavier Budó ocupa actualmente el puesto nº 93 de las mejores tenistas mundiales. “Ella es una excepción”, confirma esta fuente cercana a un exalto cargo de la entidad.
ALTERNATIVA A TAMAYO PARA 2021
Si vemos el contexto y algunas de las críticas que se vierten a la actual junta, no es nada extraño que ya se prepare alguna alternativa que se confronte a ella en los comicios de la FCT en 2021. Según ha podido saber Metrópoli Abierta, la candidatura que tiene todas las papeletas para disputar el poder de la FCT a Jordi Tamayo vendrá de la territorial de Girona.