Queda poco más de un mes para la celebración de Sant Jordi y una de las jornadas más festivas de Barcelona, pende de un hilo. Hasta un millón de personas pueden llegar a ocupar el centro de la ciudad, que abarca desde paseo de Gràcia hasta Rambla Catalunya, pasando por La Rambla y Portal de l’Àngel.
Una multitud de personas que, ante las medidas de prevención que ha tomado la Generalitat, ha puesto a todo el sector en alerta por si se cancela. En una jornada normal de Sant Jordi, que se celebra anualmente el 23 de abril, se venden en torno a 7 millones de rosas, una cifra que supone entre el 5% y el 15% de las ventas anuales de una floristería.
CIERRAN COMERCIOS
Si se anula la jornada festiva en la ciudad, este sector, al igual que la industria del libro, quedarían bien tocados. Ahora, a cuarenta días de la celebración, las ventas en Barcelona han bajado y ya hay algunos negocios de la capital catalana que han dejado de vender como medida preventiva ante la propagación del coronavirus.
El sector del libro señala que la diada supone en torno al 15% de las ventas de libros cada año y que durante el mes de marzo es cuando se realizan los pedidos más grandes para tener stock para el 23 de abril. Si el gobierno catalán toma medidas más drásticas por el Covid-19, tanto los libreros como los floristerías tendrán que asumir unas pérdidas inauditas.