Hasta 157 agentes de la Guardia Urbana han sido diagnosticados por coronavirus. La cifra, del pasado viernes, es la más alta de policías de este cuerpo que o bien han dado positivo en la prueba o los médicos han dictaminado que padecían la enfermedad tras una valoración clínica.
Este domingo, el número de contagios oficiales en la Guardia Urbana era de 153, mientras que la incidencia en esta policía afecta ya -o ha afectado- a 688 personas, un 23% del total. A los casos diagnosticados, hay que añadir 256 policías a los que el Ayuntamiento de Barcelona se refiere como casos resueltos y otros 279 agentes que siguen confinados. La plantilla es 3.000 empleados.
TRES MUERTOS
Hasta ahora, y que haya trascendido, han muerto en la Guardia Urbana tres policías, aunque ninguno de ellos estaba en activo. Dos de los fallecimientos se conocieron el 9 de abril y el tercero, este fin de semana.
Uno de ellos, Antonio M., estaba jubilado y había trabajado en la comisaría de Sant Andreu. Al segundo, Carlos C. se le había dado la baja por incapacidad hacía pocos años y presentaba patologías previas. Había estado adscrito a la unidad nocturna de Ciutat Vella. Estaba fuera del cuerpo porque había sufrido un ictus, pero no tenía edad para jubilarse. Tenía 50 años.
El último de los guardias urbanos fallecidos es Aparicio A., un cabo que también estaba jubilado. Distintos sindicatos de la policía local barcelonesa expresaron su pésame a los familiares y amigos.