Dramático cierre del caso de Pujan Koirala, el rider de Glovo que murió arrollado por un camión de la basura en Barcelona en mayo de 2019. La tecnológica y la subcontrata de basuras del Ayuntamiento han enterrado la vía judicial por la trágica muerte del repartidor nepalí de 22 años, que no tenía papeles y utilizaba la app realquilada de un compañero, pagando el silencio de su familia con hasta 183.000 euros. Cabe recordar que esta persona resultó atropellada mientras repartía en su bicicleta hace apenas 12 meses.
Según han informado fuentes cercanas a la familia Koirala en Nepal a Crónica Global, Glovo y el Ayuntamiento, en concreto la aseguradora de su subcontrata de basuras, han resarcido a la familia por el accidente de tráfico con resultado de muerte en la confluencia de Gran Vía y la calle Balmes. ¿Por cuánto? "Unos 28.000 euros Glovo y unos 155.000 la aseguradora de BCNeta, la subcontrata municipal de recogida de basuras", han explicado. "La cifra se aportó como cantidad para ayudar a la familia de Pujan. Agradecemos mucho el apoyo de todo el mundo", han admitido al citado medio.
ACUERDO CONFIRMADO
Preguntado por ello, un portavoz de Glovo ha indicado que la compañía "reitera su total apoyo y comunicación con la familia". ¿Es cierta la cifra de compensación por la muerte de Pujan? "Estimamos no comentar nada sobre la relación entre la compañía y la familia, ya que forma parte del ámbito privado", ha añadido la misma fuente corporativa. Por su parte, el citado medio catalán ha tratado de saber la versión del Ayuntamiento de Barcelona, sin éxito.
Sí han confirmado que "hay acuerdo" y que "se cierra la vía judicial" fuentes legales cercanas al caso. "Es cierto que se ha llegado a un acuerdo extrajudicial. Como en cualquier accidente de tráfico con resultado de muerte, se incoaron unas diligencias que recalaron en un juzgado de Instrucción en la ciudad. Pero el pacto entre familia, Glovo y el Ayuntamiento cerraría esa vía porque la acusación del caso se retiraría", han justificado.
NO ES UNA ADMISIÓN DE CULPA
Aunque, al mismo tiempo, dejan claro que "el pago de 155.000 euros por parte de la aseguradora de la compañía de recogida de basuras del Ayuntamiento no implica admisión de culpa. Es solo un resarcimiento por el daño producido. Lo mismo que la cantidad de la empresa", han subrayado.
De esta forma, doce meses después de que el joven sin papeles falleciera mientras repartía con la app realquilada de Glovo en Barcelona, el asunto se cierra de forma polémica. El silencio en torno al final del caso Pujan contrasta con el escándalo que generó en los días posteriores al fallecimiento del joven en la calle. Los riders se manifestaron ante la sede de la empresa en la Ciudad Condal y quemaron las icónicas mochilas amarillas en las que llevan sus artículos de reparto.
MALA IMAGEN CORPORATIVA
En el ámbito mediático, Glovo sufrió un grave problema de imagen por las condiciones laborales de sus colaboradores. Dieron cuenta de la noticia medios como TechCrunch, Reuters o Die Welt, obligando a Pierre a defenderse. El emprendedor admitió conversaciones con el Gobierno para mejorar las condiciones con sus riders, que no tienen relación laboral formal con la compañía. Fue un gesto insuficiente.
La dramática muerte de Koirala puso el foco sobre las condiciones laborales de estos repartidores. El colectivo denunció "presión" de la aplicación para salir a repartir (incluso en condiciones meteorológicas adversas) y con la máxima celeridad, lo que va en detrimento de su seguridad. También avisaron de que realquilar cuentas era una práctica "común y conocida" por Glovo. Hubo protestas en distintos países como Alemania o Italia.
GLOVO SE MOVIÓ (UN POCO)
Tras el accidente mortal de Pujan Koirala, que mereció una denuncia a la Fiscalía por parte de UGT, Glovo sí movió un poco su posición. En julio de 2019 se reunió con el Gobierno para cambiar la figura del autónomo dependiente (Trade) con el fin de mejorar las condiciones de los repartidores, sin llegar a pensar en internalizar a sus 1.000 empleados.
En diciembre del pasado año amplió el seguro con la empresa Chubb, que cubre a los riders en caso de accidente. El colectivo se beneficia ahora del pago del tratamiento, asistencia sanitaria y reembolso de los gastos médicos si se lesionan durante el reparto. También quedan protegidos los ingresos del autónomo en caso de accidente y hay un pago por desplazamiento de los famiiares en caso de hospitalización.