Se acercan las vacaciones de los niños, después de un curso muy extraño, que hemos afrontado como hemos podido toda la familia. Nos hemos visto obligados a sumergirnos en un confinamiento y puede que las normas de la casa frente a las pantallas se hayan modificado. ¡Era inevitable! Pero ahora, como tantas veces nos han dicho, toca volver a la nueva normalidad. Debemos recuperar las reglas de antes y probablemente inventar nuevas, hay hábitos que debemos reconducir.

Actuar ahora es reducir riesgos en el futuro. Las normas deben adaptarse a la edad de los niños, la disponibilidad de padres o cuidadores para supervisar las nuevas reglas, las actividades y obligaciones del niño o adolescente… Laura Almà psicóloga de la Clínica Memociono ha elaborado una serie de pautas sencillas que nos ayudan a realizar un plan efectivo en casa y cómo llevarlo a cabo sin que se genere una discusión diaria.

Nos propone estas pautas que sirven para todas las casas:

  • Desconexión durante las comidas, todos conocemos esta ley no escrita, pero nos cuesta mucho cumplirla. Nuestro ejemplo es la enseñanza más afectiva ante los niños. Y esto implica no comer con la tele encendida pero también sacar los móviles de la mesa.
  • Pactar un tiempo de pantallas y ponerlas todas en el mismo saco (es decir, TV, tablet, consolas, PC, WhatsApp… en definitiva, todo lo que se enchufa) entra dentro de la misma categoría. Si tenemos 1 hora por la mañana para conectarnos y otra por la tarde, el resto del tiempo debe emplearse en otros juegos, tareas y actividades.
  • Planificar un horario, igual que delimitamos el tiempo de las pantallas, también debemos incorporar rutinas de deportes, manualidades, paseos… Las tentaciones se verán reducidas.
  • Fomentar que se relacionen con otros niños y con la familia, con el fin que no sacien sus necesidades relacionales de manera virtual, o al menos que este canal no sea el único.
  • Controlar lo que miran, a lo que juegan y con quien. Debemos ponerlos sobre aviso que lo haremos y adaptarlo a la edad de nuestro hijo, siempre siendo respetuosos con ellos, pero sin olvidar que somos sus responsables.
  • Evitar el uso y el acceso a las pantallas durante la noche, marcando esta pauta como rutina y empezando desde 1 hora antes de ir a dormir.

Desde la Clínica Memociono, Laura Almà ayuda a los niños, adolescentes y sus familias a pactar, incluso firmar verdaderos “contratos” (compromisos) entre padres e hijos para que puedan conseguir esta “desescalada tecnológica” con coherencia y sin dramas.

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