La entidad SOS Racismo ha avisado que en los cuerpos policiales catalanes también existe racismo y ha urgido a su "reconocimiento institucional" como primer paso para emprender "cambios profundos" para erradicarlo.

En un comunicado, esta organización defiende que "30 años de impunidad policial prueban la naturaleza estructural del racismo" y denuncia "un racismo de Estado sistémico que penetra en las instituciones, las leyes y todas las capas de la sociedad".

La asociación identifica hasta tres "factores estructurales" que facilitan el racismo entre los agentes del orden y dificultan la denuncia por parte de quienes lo padecen.

"SITUACIÓN DE INDEFENSIÓN"

En primer lugar, los denunciantes viven "una situación de indefensión" dada su condición social –por ejemplo: vendedores ambulantes, trabajadoras sexuales, menores extranjeros no acompañados– y "a menudo se encuentran con una contradenuncia confeccionada por los agentes implicados".

Además, señala el texto, el sistema judicial "otorga la presunción de veracidad a la versión policial", "cuestiona constantemente la versión de la víctima" y, así, "incumple la responsabilidad de garantizar sus derechos".

"FALTA DE RECONOCIMIENTO"

El tercer factor al que hace referencia SOS Racismo es "la falta de reconocimiento institucional de las prácticas racistas dentro de los cuerpos policiales", lo que "imposibilita su transformación real".

Dadas las circunstancias, la organización reclama "cambios profundos" que pasen por reconocer desde las instituciones el racismo existente, implementar "mecanismos de control y evaluación interna" en los cuerpos de seguridad y plantear la seguridad desde "un abordaje integral" que no descuide "la prevención social, comunitaria y policial".

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