Un centenar de manteros vuelve a vender mercancía ilegal en la rambla de Mar de Barcelona. Se trata de la agrupación de vendedores más grande desde que Mossos d'Esquadra y Guardia Urbana desalojara al millar de manteros que se habían instalado en los alrededores del monumento de Colón.

Estos días, cuando el sol empieza a aflojar,  un grupo de vendedores despliegan sus mantas ante los visitantes y barceloneses. El diario La Vanguardia se ha hecho eco de la actividad de estas personas que, a pesar de la poca afluencia turística en la ciudad, regresan a las calles para ganarse la vida.

LOS PRECIOS BAJAN

Los precios de los productos son más baratos que antes de la pandemia. La cantidad de manteros es superior a la que se registró el verano pasado. En las playas de Barcelona, también hay mojiteros y lateros que se disputan el territorio, además de conductores de bicitaxis que vuelven a esperar en las puertas de los hoteles. 

Comercios y restaurantes reclaman a las administraciones que no bajen la guardia y que impidan la actividad de los manteros. Desde la Plataforma de Afectados por el Top Manta, piden reuniones policiales para frenar este fenómeno que coge fuerza.

 

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