El frente marítimo de Barcelona se ha privatizado. Y ya no hay vuelta atrás. Hace ya semanas que entidades vecinales alertaban que la celebración de la subasta de 26 lotes de la costa de la ciudad supondría su privatización definitiva. La subasta ha tenido lugar este lunes y la empresa Hotel Vila Olímpica SA, gestora del Hotel Arts, se ha llevado 23 de los 26 lotes. El coste de la operación asciende a 76 millones de euros 

Entre los negocios que han salido a la venta figuran el casino de Barcelona, las discotecas Pachá, Bestial y Catwalk, el restaurante McDonald's que se encuentra encima de la ronda Litoral, la gasolinera Repsol (que hay entre la playa del Bogatell y la ronda del Litoral) y 532 plazas de aparcamiento, entre ellas un lote con 318 estacionamientos.

PRECIO DE SALIDA DE 68,3 MILLONES

El precio de salida del total de paquetes era de 68,3 millones, pero el importe que ha pagado el Hotel Arts ha sido muy superior, ha avanzado Crónica Global. De esta manera, el Hotel Arts extiende su dominio en el frente marítimo de la ciudad.

El establecimiento hotelero se ha quedado las citadas discotecas, el casino y los restaurantes Moncho's y la tienda Tous, entre otras piezas. El Arts es propiedad de los fondos de inversión ABP Investments, de capital holandés; el soberano Government of Singapore Investment Corporation (GIC), y Host Hotels & Resorts, de origen estadounidense.

Sin embargo, la privatización del frente marítimo barcelonés no ha vivido su último capítulo. La subasta será impugnada, ha afirmado el abogado de algunos de los actuales inquilinos de los negocios de la zona, que sostienen que la venta ha estado plagada de irregularidades.

EL AYUNTAMIENTO, CONCESIONARIO ÚNICO 30 AÑOS

La subasta de estos establecimientos ha llegado después de tres décadas de que el Ayuntamiento fuera el concesionario único. A raíz de los Juegos Olímpicos, en 1989 el Estado hizo una concesión al Ayuntamiento de los 470.000 metros cuadrados del frente marítimo. La concesión acabó en junio de 2019. Desde entonces, el futuro de la zona y el de los negocios instalados allí estaban pendientes de resolverse. Los permisos a los locales también databan de la época olímpica y de años posteriores. Tras el fin de la concesión en 2019, el Estado alargó el contrato de las actividades un año más, que ha acabado este otoño.

Las asociaciones vecinales pidieron al gobierno de Ada Colau que impugnara la subasta. A su parecer, la subasta no ha contemplado compensar económicamente al consistorio barcelonés por las inversiones realizadas durante 30 años entre las playas del Somorrostro y de la Mar Bella. El presidente de la asociación de vecinos de la Vila Olímpica Jordi Giró recuerda que el Ayuntamiento gastó millones de euros en construcción de locales, urbanización y mantenimiento, un dinero que ahora no recuperará. "El Ayuntamiento ha sido concesionario único durante tres décadas, un derecho que no se ha respetado en la subasta", apunta.

EL MCDONALD'S PASA A MANOS DE BURGER KING

La subasta ha tenido lugar en la Delegación Especial de Economía y Hacienda. Tras el pelotazo del Hotel Arts, solo queda pendiente que los arrendadores de estos negocios ejerzan el derecho preferente que tienen de compra, pero difícilmente se producirá ningún cambio en la titularidad porque la mayoría no disponen de fondos para afrontar la operación. Tras la impugnación, la justicia deberá también pronunciarse.

Donde sí que parece que cambiará la propiedad será en el McDonald's de la ronda Litoral, que, salvo sorpresa final, se ha quedado la cadena Burger King. La gasolinera Repsol, situada entre la playa del Bogatell y la ronda Litoral, también cambiará de manos. Si no hay cambios de última hora se lo quedará el dueño del hotel The Wittmore, Narciso Barceló. La tercera pieza que no recaerá en el Hotel Arts es un párkin porque el arrendador igualará la oferta.

En la subasta no se han incluido todos los negocios de la zona. El consistorio logró este verano dejar fuera de la subasta cinco discotecas -en algunos casos también son restaurantes- que se encuentran en la playa del Somorrostro. Se trata de Opium, Carpe Diem, Agua, IceBar y Shoko. Menos a Opium, al resto de salas se les prorrogará el contrato cinco años. A Opium, el contrato solo se le renovará dos años. El objetivo es que este espacio sirva para ampliar las instalaciones del Centro Superior de Investigaciones Científicas (CSIC). Los chiringuitos de la playa del Bogatell, cinco en total, pasarán a manos municipales. 

PENDIENTES LOS ESTABLECIMIENTOS DE LA TORRE MAPFRE

Tampoco se han incluido en la subasta los locales situados en los bajos de la Torre Mapfre. "Son más de 20, entre ellos un Farggi y un Pans and Company. Ahora mismo no sabemos qué pasará con ellos. Pero lo lógico es pensar que en un futuro el Estado también los venderá. Nos preocupa si se acaban convirtiendo en discotecas". En buena parte de los locales de ocio nocturno del frente marítimo y el Port Olímpic es habitual que se produzcan problemas de incivismo y delitos mayores como peleas, robos y agresiones, algunas de ellas mortales. "Si esto sucede está en riesgo el proyecto de transformación del Port Olímpic", sostiene Giró.

 El Ayuntamiento quiere convertir el Port Olímpic en un espacio de uso ciudadano, con zonas de paseo y descanso, equipamientos vinculados a los deportes marítimos y con un frente marítimo integrado en la trama urbana.

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