“La danza no solo es segura, la danza cura, la danza es salud y bienestar”. Así lo reivindican las escuelas de danza catalanas, que permanecen cerradas desde el viernes pasado, tras el anuncio de las nuevas medidas restrictivas de la Generalitat.
Indignadas por el cierre y agrupadas de forma espontánea en el recién creado Col·lectiu d’Escoles de Dansa de Catalunya, han lanzado un manifiesto consensuado entre más de 200 escuelas. Reclaman su reapertura y un plan de ayudas directas para el sector. Asimismo, tienen previsto manifestarse el próximo lunes día 9 en la plaza Sant Jaume a las 10 horas, vestidos de negro y con calzado de baile.
SIN AYUDAS DIRECTAS
Recientemente se ha anunciado un paquete de ayudas para el sector cultural. Pero según ha explicado a Metrópoli Abierta Pedro Gea, propietario de la escuela barcelonesa Así Se Baila, las academias de baile quedan excluidas porque dependen del departamento de educación. En ese sentido, Gea lamenta que el orden de cierre no haya venido acompañada de una solución.
“A raíz de la pandemia el curso pasado tuvimos dos trimestres prácticamente nulos. Cuando pudimos abrir lo hicimos al 50%. El toque de queda también nos afectó porque muchas de nuestras clases duran hasta las 11, y ahora nos hacen cerrar. Todas estas acotaciones hacen muy difícil la viabilidad de cualquier negocio”, denuncia.
Gea tampoco comprende por qué se les hace responsables sin tener datos que indiquen que son un foco de contagio y explica todas las medidas que aplican en su escuela. Desde tomar el control de la temperatura y desinfectar el calzado, hasta dejar las ventanas abiertas para ventilar y realizar las clases con mascarillas.
Así las cosas, el propietario de esta academia barcelonesa se ha puesto en contacto a título personal con un responsable del Departament d'Educació. La respuesta que ha recibido tras trasladar sus inquietudes es que las medidas que se toman son generales.
No obstante, paradójicamente y tal y como denuncia el manifiesto, las actividades extraescolares que tienen lugar con la burbuja de clase están permitidas. También lo están las lecciones de centros de danza reglados. Pero hay que recordar que han estado trabajando "con las mismas condiciones de seguridad" que estos centros, señala el manifiesto.
SITUACIÓN CRÍTICA
En lo que va de pandemia la academia Así Se Baila ha perdido prácticamente el 50% del alumnado, pasando de más de 600 a unos 350. Afortunadamente, desde abril el arrendatario del local le cobra a Gea la mitad del alquiler, que ascendía a 3.000 euros. Gracias a ello ha podido ir subsistiendo, pero la situación es crítica.
Tal y como hicieron al inicio de la crisis sanitaria, desde que están cerrados en Así Se Baila han optado por las clases online. Pero aunque es una alternativa que sirve para parar el golpe, no es la solución. “No puedes tener a un niño de cinco años durante una hora delante de un ordenador. Además, gran parte del alumnado no quiere hacer las clases de este modo porque siente que no es lo mismo”, explica el propietario de la academia.
Por todo ello, se ha sumado al manifiesto, con la esperanza de que sus reclamaciones lleguen a altas instancias: “Estoy convencido de que algún político se verá interpelado. ¿Quién no tiene un hijo que hace danza?”