El Ayuntamiento de Barcelona deberá acudir este viernes a juicio por un caso de precariedad laboral. Los prejudicados son los empleados del Centre Municipal d'Acolliment d'Urgència per Violència Masclista (CMAU-VM), un colectivo que exige el fin de su externalización para pasar a ser plantilla interna.
Este servicio residencial de acogida de urgencia para mujeres que sufren violencia machista, así como para sus hijos, cuenta con educadores sociales y psicólogos durante todo el año. En sus 10 habitaciones dispone de un máximo de 27 plazas.
UNA DÉCADA EXTERNALIZADOS
En un comunicado, los empleados denuncian que los empleados del servicio municipal continúan externalizados tras 10 años en funcionamiento. Los trabajadores, además, señalan que otros que se encuentran en el mismo circuito sí es personal interno del consistorio, como el equipo del Servei d’Atenció, Recuperació i Acollida.
Pesea su predisposición por la negociación, los empleados han asegurado que la "inacción" del gobierno municipal ha desencadenado la judicialización de este conflicto laboral.