La semana pasada el gobierno catalán presentó el plan de desescalada para hacer frente a la segunda ola del coronavirus en Cataluña. Este lunes, 23 de noviembre, arrancó la primera fase y la Generalitat abrió la puerta a modificar el plan. Si en un principio el primer tramo se tenía que acabar el 7 de diciembre, Meritxell Budó dejó la puerta abierta para avanzar a la segunda fase antes del puente de la Constitución, el viernes 5 de diciembre.

Por contra, este jueves –una semana más tarde–, el gobierno catalán ha rectificado y ha decidido mantener los 15 días de la primera fase de la desescalada. Por lo tanto, se mantendrá el confinamiento perimetral municipal de fin de semana hasta el 7 de diciembre. 

CAMBIO DE FASE

El secretario de Salut Pública de la Generalitat, Josep Maria Argimon, ha afirmado esta mañana: "Hemos de ser serios, los primeros 15 días se tienen que cumplir", por más que haya un puente. 

Por esta razón, no será hasta el lunes 7 de diciembre, cuando se aplique el cambio de fase, que se podrá salir del municipio los fines de semana. 

Un autobús nocturno, uno de los pocos vehículos que circula por la Diagonal de Barcelona, en la tercera noche del toque de queda / EFE - Toni Albir



REUNIONES DE 10 PERSONAS

En una entrevista en TV3, Josep Maria Argimon ha insistido en la apuesta de Cataluña por las reuniones navideñas de 10 personas, frente a las seis por las que defiende el Gobierno. 

SEGUNDA FASE

La segunda fase, que irá desde el 7 de diciembre hasta el 21 del mismo mes, permitirá a la restauración abrir con un aforo del 50% tanto en interiores como exteriores siempre y cuando los datos epidemiológicos sean favorables.

El pequeño comercio podrá aumentar el aforo hasta el 50%. Además, el fin de semana se permitirá la movilidad dentro de la comarca. Los gimnasios podrán volver a subir la persiana con restricciones y la capacidad en las actividades culturales será del 70%. 

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