Un urbano lleva a la Fiscalía los carteles okupas de Navidad

El sabotaje que llenó marquesinas del metro de mensajes pro-okupas ha llegado lejos. Un agente de la Guardia Urbana de Barcelona ha decidido llevar a la fiscalía los mensajes publicitarios y el sindicado SFP-Fepol (Sindicato de Funcionarios de Policia) se ha adherido a la denuncia. 

La polémica se desencadenó el sábado, 26 de diciembre, cuando aparecieron varios carteles publicitarios a favor de la okupación y en contra de la policía en las entradas de las paradas de metro de Urquinaona, Jaume I y Drassanes. Un grupo de desconocidos sustituyo las campañas publicitarias de diversas marquesinas con mensajes como "Mejor un vecino okupa que un vecino policía" o "Jesús nació en una okupa. El desalojo es un insulto a la Navidad". 

EL AYUNTAMIENTO SE LAVA LAS MANOS

Al darse cuenta, la Guardia Urbana retiró "todos los mensajes ofensivos" y lo comunicó a través de sus redes sociales. Por su parte, el Ayuntamiento de Barcelona se desvinculó del problema asegurando que la gestión de las marquesinas corresponde a la empresa privada Clear Channel y no al consistorio. 

Ante la impunidad de la administración, el guardia urbano decidió llevar la causa a la Fiscalía, con el apoyo del sindicato policial. Según ha avanzado la cadena SER Catalunya, el agente presentó una denuncia a título personal alegando que los carteles constituyen a un delito de odio. Tras él, SFP-Fepol anunció una actuación similar. 

"MENSAJES INJURIOSOS"

El sindicato policial ha denunciado que "los mensajes son injuriosos respecto al colectivo de policía, fomentando su discriminación y destinados a denigrarlos públicamente, al haberse realizado en la vía pública y en una red social dando la máxima difusión posible y con la clara intención de causar el mayor desacredito". 

Por su parte, la denuncia del agente reclama a la Fiscalía que investigue la autoría de los hechos y que depure responsabilidades, si es necesario. Esta especifica que no se pusieron suficientes medios para evitar la vandalización de las marquesinas y que estas se retiraron demasiado tarde. A pesar de las acusaciones, la empresa a la que le corresponde la gestión aseguró que se retiraron en cuanto se detectaron las irregularidades.