La pasada Nochevieja una rave en Llinars del Vallès hizo saltar todas las alarmas. Los Mossos d’Esquadra fueron los encargados de desalojar la fiesta multitudinaria que se estaba celebrando desde hacía dos días y, entre los concentrados, una joven destacó del resto.
Rita, natural de Sicilia y de 27 años, ha explicado en una entrevista en RAC1 cómo fueron los días posteriores a aquella fiesta y cómo le afectó en su día a día. La chica lleva cuatro años viviendo en la ciudad condal ejerciendo de peluquera y ha asegurado que, tras las imágenes, “me fui de Barcelona”.
"ME QUE QUEDADO SIN TRABAJO"
"Me ha cambiado la vida, me he quedado sin trabajo. Soy peluquera, estoy de cara al público y las clientas me reconocían", ha explicado Rita.
Hablando de su profesión, ha aclarado las dudas de muchos usuarios en Twitter que se preguntaban durante aquellos días cómo podía conservar el pelo intacto y brillante tras horas de fiesta: “Siempre lo tengo impecable, para una peluquera es importante y más fácil peinarse”, ha bromeado.
La protagonista de la fiesta también ha asegurado que la imagen le llegó a su familia, que vive en Italia. Sus padres no tenían ni idea de lo que había ocurrido, así que ella fue la encargada de explicárselo.
Rita, la 'ravera' de Llinars / RAC1
"ME FUI DE BARCELONA"
La repercusión que tuvo fue tal que tuvo que irse a casa de un amigo fuera de Barcelona de la que no salió en varios días: “Estuve encerrada sin querer ver la luz del sol, tuve esa necesidad. Me preguntaba si era real lo que estaba ocurriendo”.
“QUIERO PEDIR DISCULPAS”
Cuando se conoció la existencia de esta fiesta, que congregó a más de 300 personas durante dos días, las redes se llenaron de comentarios de indignación dada la situación epidemiológica por la pandemia de coronavirus.
Sobre esto, Rita ha pedido perdón: "Quiero pedir disculpas si he faltado al respeto a las personas que han pasado el coronavirus y a los que han muerto. Me sabe mal".
“PÉGAME AHORA”
Sobre el enfrentamiento con los Mossos d'Esquadra, ha considerado que su intervención fue decisiva para que no hubiera violencia en la fiesta de Llinars: "Casi me dan un golpe con la porra y después un agente comenzó a empujarme. Me desnudé y dije: Pégame ahora".