La empresa pública Parcs i Jardins se encuentra en el ojo del huracán. Los intolerables casos de acoso por parte de un encargado a sus trabajadoras no han parecido suficiente a la alcaldesa, Ada Colau, para depurar responsabilidades.

El pasado viernes, la CGT convocó una manifestación en la plaza Sant Miquel para pedir la dimisión del concejal de Emergencia Climática y Transición Ecológica, Eloi Badia. La protesta coincidió con la celebración del pleno municipal, que el regidor de los comunes siguió de forma telemática. Ante las peticiones de JxCat y ERC para que el concejal diera explicaciones, éste no medió palabra. La alcaldesa tampoco pareció preocuparse del tema en exceso: sus únicos compromisos fueron “revisar protocolos” y hacer un “seguimiento del caso”.

La inexplicable resolución municipal de esta cuestión es una cuestión añadida al problema endémico que sufre la compañía. La falta de jardineros es alarmante y los trabajadores se han visto obligados a normalizar esta anómala situación.

400 EMPLEADOS

Fani Portolés, delegada de CGT en Parcs i Jardins, denuncia la falta de auxiliares y jardineros en la compañía. “Tenemos 70 brigadas, hacen falta 400 trabajadores”, recuerda la sindicalista.

El Ayuntamiento firmó, a mediados del pasado mes de febrero, una convocatoria de 32 plazas correspondiente a una promoción interna. Sobre el total, 27 corresponden a encargados de mantenimiento, y los cinco restantes a encargados de arbolado y poda. Portolés lamenta que la entidad tan sólo haya hecho una “tasa de reposiciones” para reemplazar a la gente que “ha fallecido, jubilado o se ha ido de la empresa” durante dos años.

Empleados de Parcs i Jardins / AJ BCN



La portavoz recuerda que hacía “muchísimo tiempo que no se hacían promociones internas”, con unas convocatorias a plazas de jardineros que no se daban en la empresa desde hace unos “15 años”.

CARGOS INTERMEDIOS

Portolés subraya que, en situaciones complicadas como el temporal Gloria, los “auxiliares” se vieron obligados a liderar la “gestión de la caída de árboles”, lo que demostró que en el servicio “no hacen falta tantos jefes”.

En este sentido, la sindicalista remarca la “sensación de que cada vez hay más cargos intermedios” en la compañía, unos puestos que nada tiene que ver con los cuatro centenares de trabajadores exigidos a pie de calle.

Como factor añadido a esta descompensación, Portolés destaca la “falta de comunicación interna” que sufre la empresa. Diversos son los frentes con los que, diariamente, tienen que lidiar los jardineros de la entidad municipal.

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