Un acto pensado para homenajear la figura de las cuidadoras esenciales celebrado este lunes en el Ayuntamiento de Barcelona acabó con la irrupción de este colectivo en la ceremonia, que denunció que no era más que una forma del consistorio de ponerse la medalla.
Durante el acto se presentó el libro Cuidadoras: historias de trabajadoras del hogar, del servicio de atención domiciliaria y de residencias, de Ernest Cañada, que recoge diversos testimonios del colectivo. Además del escritor o la alcaldesa de Barcelona, durante la presentación también intervinieron tres de estas cuidadoras que son coautoras del libro. Sin embargo, entre el público había otras personas agrupadas en la plataforma Moviment Residències Catalunya, que quisieron denunciar la actitud del consistorio frente a la vulneración de sus derechos. Algunas de ellas intentaron hablar con los representantes políticos presentes para denunciar ciertas situaciones que no se trataron durante el acontecimiento. No obstante, según aseguran en conversación con este medio, el consistorio les dio evasivas. Primero lo intentaron con la teniente de alcalde de Derechos Sociales, Laura Pérez, sin demasiado éxito.
RECLAMACIONES Y EVASIVAS
“Laura Pérez me respondió diciéndome que han hecho licitaciones nuevas con mejoras. La última licitación es con DomusVi, ¿y me dice que hay mejoras? Llevamos años trabajando con esta gente y son lo peor”, explica a Metrópoli Abierta Mari Jose Alarcón, un cuidadora que ha pasado por los tres servicios que recoge el libro y que intentó hablar con las autoridades municipales. Así mismo, se muestra indignada porque considera que “durante el acto no se puso en evidencia ni a las empresas subcontratadas de estos servicios ni a la administración”, y que se silenció a quienes hacían comentarios que eran molestos.
Detalle de la portada del libro / CEDIDA
Después, lo probaron con la alcaldesa de Barcelona. Pero fue en vano. Ada Colau se las sacó de encima como pudo, según denuncian en el vídeo grabado dentro del Ayuntamiento. "He pedido un montón de veces poder hablar contigo", le dijo una cuidadora a la alcaldesa, a lo que esta le respondió: "hay miles de peticiones y las reenvían a las áreas porque no puedo con las miles de peticiones que llegan, hay un gabinete técnico en alcaldía para que la gente tenga respuesta".
“Se habló de la vulneración de los derechos de las trabajadoras como si pasaran por casualidad pero aquí hay una serie de responsables”, explica a este medio Roberto Martínez, miembro de Moviment Residències Catalunya. Añade que intentaron preguntar por “cosas importantes” que no se están haciendo desde el consistorio, como “si piensan hacer algo con las condiciones vergonzosas en que trabajan las cuidadoras”, pero insiste en que no hubo oportunidad de diálogo y que “la presentación de un libro está muy bien, pero si se hace un debate debe ser desde la autocrítica”.