Con la llegada del calor, el Ayuntamiento de Barcelona activa, como el verano pasado, el control de aforo en las playas de la ciudad. El operativo se inicia esta semana con la puesta en marcha de un equipo de vigilancia formado por ocho informadores, 24 controladores de accesos y dos coordinadores. Al inicio de la temporada alta, a finales de mayo, el servicio se ampliará hasta los 22 informadores y el mismo número de controladores y coordinadores [ver aquí la nota de prensa municipal].
El control de la ocupación de las playas se puso en marcha el verano pasado para garantizar que se respetaban las distancias de seguridad para reducir los contagios. El Ayuntamiento instaló cámaras que informaban a tiempo real del aforo de las playas, aunque este año no se utilizarán. La ocupación la vigilarán los informadores y los controladores de accesos.
INDICADORES DE COLORES
El Ayuntamiento establece cuatro colores que definen la ocupación de una playa. Con el indicador verde, la ocupación es de menos del 40%., mientras que el semáforo en rojo quiere decir que la ocupación es muy alta, superior al 80%. El indicador amarillo significa que la ocupación es normal, entre un 40% y un 60%, y el color naranja se debe traducir como una ocupación alta, entre el 60% y el 80%.
El protocolo concreta que si se produce una ocupación muy alta que no permita guardar las distancias de seguridad se cerrarán los accesos en el menor tiempo posible y se procederá a redistribuir a los usuarios. Muy probablemente, en este caso se tendrá que requerir a la Guardia Urbana, que el año pasado ya tuvo que cerrar varias playas.
DEPORTE EN CUATRO PLAYAS
Para evitar aglomeraciones, el Ayuntamiento también limitará los usos deportivos, que únicamente se podrán practicar en las zonas habilitadas para ello sin limitación horaria. Sin embargo, las pistas de voley-playa únicamente se podrán montar en los puntos señalizados de las playas de Sant Miquel, Somorrostro, Nova Icària y Bogatell. No se podrán usar las áreas deportivas de calistenia de la playa de Sant Sebastià, el espigón del Gas de la Barceloneta ni la del paseo de la playa de la Nova Mar Bella.