La ronda de Sant Antoni, un desierto de cemento / METRÓPOLI - JORDI SUBIRANA

La ronda de Sant Antoni, un desierto de cemento / METRÓPOLI - JORDI SUBIRANA

El pulso de la ciudad

La ronda de Sant Antoni agoniza por la inacción de Colau

La calle, que parte el Eixample con Ciutat Vella, espera desde hace tres años una necesaria reforma que no llega

7 mayo, 2021 00:00

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La ronda de Sant Antoni, que parte los distritos del Eixample y Ciutat Vella, o lo que es lo mismo los barrios de Sant Antoni y el Raval, agoniza a la espera de una reforma que no llega, de aquellas que se anuncian pero tardan años y años en hacerse realidad. Las obras de esta arteria principal, que une la calle del Comte d'Urgell con la plaza de la Universitat, se tenían que haber empezado hace más de dos años, casi tres. Pero desde la inauguración del nuevo mercado, en mayo de 2018, prácticamente no se ha hecho nada: solo se han retirado las grandes estructuras que ocupaban el mercado provisional.

Entre la ronda de Sant Pau y la calle de Casanova, la ronda de Sant Antoni sigue cerrada al tráfico, con grandes bloques de hormigón que debían servir para recuperar la vida ciudadana y como espacio de juegos mientras no se ejecuta la remodelación integral. Según el Ayuntamiento, esta urbanización provisional -desde hace tres años- ha conseguido que sea un espacio entre Sant Antoni y el Raval "que facilita la vida comercial de la zona". Algunos comerciantes, consultados por Metrópoli, discrepan. "La vía está sucia y dejada, y varios días a la semana el mercado de la miseria -el que antes estaba en Glòries- ocupa la parte central de la ronda", detallan.

El 'mercado de la miseria', en la ronda de Sant Antoni, a finales de 2019 / ARCHIVO - METRÓPOLI

El 'mercado de la miseria', en la ronda de Sant Antoni, a finales de 2019 / ARCHIVO - METRÓPOLI



SIN MASCARILLA Y ROBOS

"Vienen y van. Cuando llega la Guardia Urbana, desaparecen, y al día siguiente vuelven", denuncia una vendedora. Llevan así, al menos, un año y medio. Este medio ya lo denunció a finales de 2019. El coordinador de la asociación Sant Antoni Comerç, Ramon Puigoriol, dice que se intenta mantener el mercado de la miseria a raya. "Tenemos que estar muy encima para que no se cronifique. Cuando detectamos a los vendedores, llamamos enseguida a la policía. Los peores días son los domingos. Entre semana, se pueden colocar entre 10 o 12. Es un problema de ciudad. Si no están aquí, estarán en otro sitio", comenta el comerciante.

Algunos comerciantes critican también que muchas tardes grupos de personas se reúnen en la zona peatonal sin mascarilla y sin respetar la distancia de seguridad. Los robos, añaden, también siguen al orden del día, "especialmente en la frontera con el Raval y en tiendas". En 2019, Sant Antoni vivió una oleada de delitos en comercios, que eran cometidos mayoritariamente de noche. De lo que no hay duda tampoco es que la ronda es ahora una desierto de cemento.

Metrópoli se ha dirigido al Ayuntamiento para saber cuándo se ejecutarán las obras y nada hace presagiar que será a corto plazo. Las fuentes municipales no han concretado ningún calendario ni si hay partida presupuestaria. Dicen que la transformación se plantea para mejorar el espacio público, promover la bicicleta y dotar a la zona de más espacios verdes, y poner a los peatones y a la movilidad sostenible en el centro de las prioridades.

La terraza de la cervecería Moritz, en ronda de Sant Antoni / METRÓPOLI - JORDI SUBIRANA 

La terraza de la cervecería Moritz, en ronda de Sant Antoni / METRÓPOLI - JORDI SUBIRANA 



CAMBIO DE USOS Y DE LA MOVILIDAD 

El gobierno de Ada Colau dice que quiere dialogar y decidir el futuro de la ronda, así como su entorno y el conjunto de las rondas del distrito, las características y las fechas de ejecución de forma consensuada con todas las partes implicadas. Según el Ayuntamiento, en la reforma hará falta tener en cuenta los cambios que a nivel de usos y de movilidad han tenido el mercado y la superilla, y las necesidades derivadas de la pandemia. Las explicaciones sobre los cambios de usos y la movilidad por la superilla y el mercado, el Ayuntamiento ya las daba en 2018 [ver aquí].

Con lo que ahora dice el consistorio, parece que el proyecto de reforma de la ronda de Sant Antoni podría sufrir modificaciones. Antes de los retrasos, los trabajos se tenían que ejecutar en dos fases, la primera entre Comte d'Urgell y Floridablanca, y la segunda entre Floridablanca y plaza de Universitat. El primer tramo ya contaba en 2018 con el proyecto ejecutivo redactado avalado por vecinos y comerciantes.

Jordi Arias, presidente de Sant Antoni Comerç desde diciembre de 2020, cree este proyecto está abandonado y defiende la necesidad de hacer cuanto antes la reforma. Recuerda la importancia de la ronda como un eje que une el mercado de Sant Antoni con la Universidad de Barcelona y los barrios del Raval con Sant Antoni. "No puede seguir en este estado de abandono", y opina que no es una prioridad para el Ayuntamiento. Según Arias, que ha sustituido a Vicenç Gasca al frente de la entidad, el consistorio tiene previsto hacer antes unas reformas en la plataformas peatonales que ocupaban el mercado provisional para mejorar la accesibilidad. En alguna ocasión, alguna persona mayor ya ha caído, denuncia una comerciante.

Bicicletas estacionadas en una barandilla de la ronda de Sant Antoni / METRÓPOLI - JORDI SUBIRANA

Bicicletas estacionadas en una barandilla de la ronda de Sant Antoni / METRÓPOLI - JORDI SUBIRANA



ANULADA LA ADJUDICACIÓN DE LAS OBRAS

El Ayuntamiento tenía abierto en junio de 2018 una oferta pública para la adjudicación de las obras por valor de algo más de cinco millones de euros (IVA incluido). La oferta pública la había colgado la empresa Barcelona de Infraestructuras Municipales (BIMSA). Sin embargo, el 5 de julio, cuatro días antes de que acabara el período de presentación de ofertas, BIMSA anuló el concurso.

La paralización del proyecto, por tanto, no se ha debido al coronavirus sino a recortes por la caída de ingresos -entre otros del impuesto de la plusvalía- que Barcelona en Comú tuvo que aplicar a inversiones del pasado mandato. La denuncia la hizo el propio PSC, un partido que ahora gobierna la ciudad en coalición con Colau, en julio de 2018. Los socialistas cifraron en 107,5 millones de euros los proyectos que se paralizaban, entre ellos el de la ronda de Sant Antoni. 

Un comercio cerrado en la ronda de Sant Antoni / METRÓPOLI - JORDI SUBIRANA

Un comercio cerrado en la ronda de Sant Antoni / METRÓPOLI - JORDI SUBIRANA



EXIGENCIA DE LAS OBRAS EN 2021

El grupo de JuntsxCatalunya es uno de los partidos de la oposición que más ha exigido la puesta en marcha de la reforma. A finales de 2020, la presidenta de la formación Elsa Artadi inició una campaña para exigir al gobierno de Colau la remodelación y el inicio de los trabajos este 2021, algo que parece difícil que se cumpla. Según Artadi, la ronda tiene "una urbanización provisional que da pena". "No hemos dejado de reclamar que la reforma se ejecute. Es importante resolver urbanísticamente un espacio que se está degradando", apunta la edil sobre la instalación del mercado de la miseria en la zona.