Dos turistas pasean por delante del antiguo local de Nike en el paseo de Gràcia / PABLO MIRANZO

Dos turistas pasean por delante del antiguo local de Nike en el paseo de Gràcia / PABLO MIRANZO

El pulso de la ciudad

El paseo de Gràcia se apaga con la marcha de las firmas de lujo

Alrededor de 26 locales han quedado vacios en la milla de oro de Barcelona

20 junio, 2021 00:00

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El paseo de Gràcia ya no es lo que era. La milla de oro de Barcelona, en la que referentes del modernismo catalán como Antoni Gaudí, Puig i Cadafalch o Lluís Domènech i Montaner plasmaron su arte y que conquistó a la burguesía durante la última década del siglo XIX, ha perdido su brillo.

Durante mucho tiempo, las mejores firmas de alta costura y los cenadores más chic han pagado onerosos alquileres para poder estar en esta vía. A día de hoy son muchos los locales que se han visto obligados a renegar del prestigio, abandonando su presencia en el paseo de Gràcia.

Turistas pasean por delante del local en el que se ubicaba la tienda de Bimba y Lola del paseo de Gràcia / PABLO MIRANZO

Turistas pasean por delante del local en el que se ubicaba la tienda de Bimba y Lola del paseo de Gràcia / PABLO MIRANZO



AL MENOS 26 LOCALES CERRADOS

Los meses de confinamiento, el endurecimiento de las restricciones y la crisis económica han supuesto una caída en picado de los ingresos para los establecimientos de la calle. Pero lo que realmente ha hecho tambalear al paseo de Gràcia ha sido la falta de turismo, su principal fuente de beneficios.

Según ha podido comprobar Metrópoli, al menos 26 inmuebles de ambos lados de la avenida más lujosa de Barcelona permanecen vacíos. Los locales que solían vender productos a precios desorbitantes, ahora se encuentran tapiados y vacíos.

Freywille, Lacoste, Desigual, Miu Miu, Gstar, Bimba y Lola, Ermano Scervino o Nespresso son algunas de las firmas que han decidido abandonar paseo de Gràcia. Por otro lado, Loewe y Bottega Veneta aprovechan para reformar sus tiendas, a la espera que la situación mejore.

Personas pasan por delante de la antigua tienda de Nespresso, una de las firmas que ha abandonado el paseo de Gràcia / PABLO MIRANZO

Personas pasan por delante de la antigua tienda de Nespresso, una de las firmas que ha abandonado el paseo de Gràcia / PABLO MIRANZO



TURISMO 'LOW COST'

Sandra Aranda, empleada de una farmacia situada entre la confluencia del paseo y la calle de Provença, asegura que la milla de oro "todavía no se ha recuperado del Covid-19". La farmacéutica explica que, desde que se suavizaron las restricciones, han notado una leve mejora, pero que "el turismo que ha llegado compra lo justo y gasta en diversión". "El turista que enriquece Barcelona todavía no ha venido", concluye. 

Lluís Sans, presidente de la Asociación del Passeig de Gràcia, asegura a este medio que "la pandemia no ha pasado en vano". El también propietario de la boutique de lujo multimarca Santa Eulàlia explica los motivos por los cuales hay más locales vacíos: "La crisis del covid ha hecho que los negocios que estaban pensando en irse hayan tomado la decisión y que los que buscaban venir a Barcelona se lo hayan tomado con más tranquilidad". El empresario también afirma que "las dificultades para viajar y la espera ante un descenso económico en el panorama inmobiliario", podrían ser otras de las razones por los que las compañías tarden en establecerse en la milla de oro. 

A pesar de la difícil situación que atraviesa el paseo, Sans atenúa la preocupación: "El paseo de Gràcia nunca ha tenido un porcentaje alto de locales vacíos. No vamos a ver un declive, simplemente está siendo un momento complicado". Frente a las ganancias de la lujosa calle, el presidente de la asociación confirma que el turista que deja un ticket más alto, el chino, el ruso y el americano, "todavía no está viniendo a Barcelona". Sans explica que por el momento ha venido un turista europeo y español que "deja menos dinero". 

Un hombre observa el portal de un edificio del paseo de Gràcia en el que cuelga el cartel de se vende / PABLO MIRANZO

Un hombre observa el portal de un edificio del paseo de Gràcia en el que cuelga el cartel de se vende / PABLO MIRANZO



EL SECTOR HOTELERO TAMBIÉN SUFRE

Los primeros turistas que recibe la Ciudad Condal detectan el panorama decadente del paseo de Gràcia. "Esperaba encontrar mucha más vida", opina Bastian Guillot, un turista francés que ha venido a pasar unos días a la capital catalana. El lionés afirma a este medio que se ha extrañado al ver tantas tiendas cerradas, pero confía en que, "con la llegada del buen tiempo y la llegada de más turistas", vuelva a resurgir. 

El sector hotelero es otro de los gremios que lucha por sobrevivir en el paseo de Gràcia. Prestigiosos hoteles como el Almanac o la Casa Fuster no han vuelto a abrir sus puertas, a pesar de la reciente llegada de visitantes. Otros como el Royal Passeig de Gràcia, el Melià Passeig de Gràcia o el Gallery se han adaptado al público local para poder afrontar la crisis. 

Manel Casals, Director General del Gremi d'Hotels de Barcelona, explica a Metrópoli que el sector está "pasando por un mal momento". Aunque el 90% de los hoteles del paseo de Gràcia están "plenamente operativos", desde el Gremi señalan que, por estas fechas, debería haber 60.000 turistas en Barcelona, pero que la situación es crítica, ya que la cifra actual "no llega ni a 10.000".

Casals defiende que muchos de los complejos hoteleros de la ciudad "están esperando a la inmunidad de grupo para volver a abrir con mejores condiciones". El director del gremio es pesimista sobre la recuperación del turismo. Para él, la situación es más grave todavía: "Ni el rico ni el pobre, el turismo todavía no ha llegado", asegura. 

El Hotel Almanac, situado en las inmediaciones del paseo de Gràcia, cerrado desde la pandemia / PABLO MIRANZO

El Hotel Almanac, situado en las inmediaciones del paseo de Gràcia, cerrado desde la pandemia / PABLO MIRANZO



LOS ROBOS SIGUEN A PESAR DE LA CRISIS

El poder adquisitivo de los visitantes que llegan a la capital catalana también ha sido uno de los factores que han hecho que los ladrones se vuelvan más carroñeros. Según pudo saber Metrópoli, los delincuentes que frecuentan el paseo de Gràcia en los últimos meses aprovechan todas las oportunidades que se les ponen por delante. Durante la pandemia, han actuado "con más intensidad y violencia" que en el pasado, según señaló la asociación de comerciantes del paseo de Gràcia.