La instalación de los bloques de hormigón, del tipo New Jersey, cojines berlineses y bolardos en las calles de Barcelona ha costado un pastizal al gobierno de Ada Colau. Según la información a la que ha tenido acceso Metrópoli, el Ayuntamiento desembolsó -precio de licitación- más de 1,2 millones de euros en estos elementos de transformación urbanística en 2020.
El mayor coste lo han supuesto los bolardos (pilones en catalán, según se detalla en el documento municipal). El año pasado se instalaron 8.712 en toda Barcelona. El precio final de estos elementos ascendió a 518.364 euros, con un coste por unidad de 59,50 euros.
708 COJINES BERLINESES EN UN AÑO
Los cojines berlineses han supuesto 385.711,32 euros. En total se han puesto 708 de estas infraestructuras que sirven para obligar a reducir la velocidad de los vehículos. Cada unidad sale por 544,79 euros. Hace un par de meses, fuentes municipales informaron a este medio que se habían colocado en la ciudad 557 cojines berlineses. Ahora, solo en 2020, la cifra se ha elevado a 708.
Los New Jersey son las barreras de color amarillo que se han colocado en miles de bares y restaurantes de la ciudad para ampliar las terrazas, muchas de ellas en calzada. Según el Ayuntamiento, se han colocado 6.347 bloques de hormigón, con un precio total de 368.126 euros. En este caso, el importe por unidad es de 58 euros. En el mantenimiento de estas terrazas, el consistorio ha gastado 113.808,52 euros.
Los cojines berlineses se han puesto, principalmente, en vías secundarias, donde ya no se puede ir a más de 30 km/h. Se pueden ver en calles del Clot, el paseo de Fabra i Puig, la carretera de la Bordeta, en Escorial, Pi i Margall, Sants, el eje de Creu Coberta, Sant Iscle, Cartellà o Cardenal Tedeschini, entre otras. En Dos de Maig, que une Glòries y Sant Antoni Maria Claret, se han instalado cojines en buena parte de la vía. Previamente, hay unas señales que informan de la obligación de ir como máximo a 30 km/h.
FUERTE CONTROVERSIA
Estos elementos han levantado una fuerte controversia entre algunos partidos políticos, como Ciutadans y PP, y el colectivo de motoristas. El partido naranja pidió su retirada. La presidenta de Ciutadans en el Ayuntamiento, Mariluz Guilarte, dice que para reducir la velocidad se pueden poner otros mecanismos. "No atienden al sentido común. Son intervenciones sin rigor". "No se puede poner cualquier elemento en la vía pública", apuntó el concejal Celestino Corbacho en el pleno.
Jaime Alguersuari, portavoz de la plataforma Motoristes Barcelona, considera que los cojines berlineses "son un peligro mortal que no ha sido evaluado" y no cree que se los pueda considerar "como un método para reducir la velocidad por el riesgo que entrañan", explicó a este medio en enero.
Este marzo, Metrópoli Abierta informó del accidente de un motorista, Albert, en un cojín berlinés del paseo de Fabra i Puig. El accidente tuvo lugar el pasado 17 de febrero. Albert explica que cuando tuvo el percance acababa de salir de un semáforo y giró con una Scotter 125 "a muy poca velocidad". En el cojín, el vehículo patinó y Albert tuvo que apoyar el pie en el suelo para evitar males mayores y se destrozó la rodilla.
SALVAR PUESTOS DE TRABAJO
En distintas ocasiones, Colau ha asegurado que la ampliación de unas 3.000 terrazas logró salvar unos 2.000 puestos de trabajo en el sector de la restauración, sumido en una profunda crisis por el cierre generalizado por la pandemia. Sin embargo, estos elementos también han generado una fuerte polémica. Algunos de ellos se han colocado en vías urbanas rápidas, en lugares en los que no invita a sentarse.
En diciembre de 2020, un joven motorista impactó contra uno de estos bloques en la calle de Balmes y murió. El accidente tuvo lugar porque un coche hizo caer a Martí Estela, que era portero de waterpolo en el CN Barcelona. El caso está en los tribunales y será la Justicia la que determinará de quién es la responsabilidad.
A petición de Ciutadans, el Ayuntamiento retirará los bloques de hormigón y lo hará, si no hay retrasos, en 2022. Sin embargo, en 11 puntos de la ciudad ya se han instalado los nuevos prototipos de terraza que sustituirán a los New Jersey. Según la alcaldesa, estos bloques de hormigón se sacan porque son "feos".