El nuevo crematorio de Montjuïc, el quinto del cementerio, empezará a funcionar a principios de 2022. El Ayuntamiento de Barcelona explica que ha iniciado la construcción de un nuevo horno para cubrir la alta demanda de incineraciones de la ciudad.
Las obras cuestan 1,1 millones de euros y prevén también la remodelación de la recepción y la sala de visualización de introducción del féretro, en los que se pondrán cámaras.
MÁS DE 17.000 DEFUNCIONES
Según el consistorio, actualmente de los aproximadamente 15.000 servicios que se hacen en Barcelona, un 52% son incineraciones. Con la la pandemia, las defunciones se dispararon el año pasado en Barcelona hasta las 17.191, según los datos de Cementiris facilitados a Metrópoli. Durante la primera ola, los hornos de Montjuïc no dieron a basto y decenas de cuerpos tardaron días en poder ser quemados.
La situación obligó a Cementeris, empresa de capital 100 por 100 municipal, a alquilar un horno durante la pandemia para atender el elevado número de fallecimientos. El coste ascendió a unos 200.000 euros. El camposanto de Collserola tenía otro crematorio, pero está cerrado por contaminar en exceso y no parece que vaya a repararse.
ESPACIOS PARA EL DESCANSO DE LAS CENIZAS
En rueda de prensa, el presidente de la empresa, el concejal Eloi Badia, y el director general, Miquel Trepat, han explicado que en el cementerio de Montjuïc se habilitarán distintos espacios para el descanso de las cenizas. El primero de estos lugares se instalará en la vía de Sant Francesc y contará con 2.000 metros cuadrados.