Como era de suponer, las fiestas de la Mercè no se han librado de los botellones. La avenida de Maria Cristina, junto a la plaza de Espanya, ha vivido esta madrugada un macrobotellón con miles de jóvenes.
En la imagen, difundida por la agencia de Europa Press, miles de jóvenes participaban en una gran fiesta callejera en la conocida avenida, a los pies de Montjuïc. La foto está tomada pasadas las 02.15 horas. Ni la apertura de una parte del ocio nocturno -cinco discotecas (las que pueden hacerlo en exterior) de 74- ha sido suficiente para evitar las masivas concentraciones. También se han producido botellones en el Born y en el paseo de Lluís Companys
UN MILLAR DE AGENTES
Este nuevo botellón en la ciudad ha tenido lugar en la primera noche de la fiesta mayor de Barcelona. Hace unos días, el teniente de alcaldía de Seguridad y Prevención Albert Batlle anunció que durante la Mercè un millar de agentes de la Guardia Urbana se desplegarían para evitar estas fiestas ilegales. La intención de la policía era blindar los recintos de los conciertos para evitar botellones en los aledaños.
Los botellones se han convertido en la gran plaga del verano en Barcelona. Barrios como la Barceloneta, la zona del Born, puntos de Gràcia y del distrito de Sant Martí, entre otros muchos emplazamientos de la ciudad, llevan meses sin poder descansar los fines de semana. Las fiestas callejeras no son nuevas pero se intensificaron a principios de mayo, tras el fin del estado de alarma.
MÁS DE 270.000 DESALOJADOS EN VERANO
Hace unos días, el Ayuntamiento de Barcelona hizo balance del incivismo durante el verano. Batlle informó que estos meses de estío se han desalojado a más de 270.000 personas de unos 2.000 espacios de la ciudad.
Los botellones han sido también escenarios de peleas con las fuerzas de seguridad y de agresiones, tanto en Barcelona como en localidades próximas. Recientemente, en un botellón en Sabadell tuvo lugar un tiroteo que acabó con cinco personas heridas, entre ellas una mujer embarazada que perdió a su hijo, y un joven fue atacado brutalmente en la Barceloneta. Durante las fiestas de Sants, a finales de agosto, hubo enfrentamientos con policía.