El pleno del Ayuntamiento de Barcelona ha aprobado empezar los trabajos necesarios para tramitar una ordenanza de pisos compartidos con el voto en contrario de los comunes y ERC, y el voto favorable del resto de formaciones del consistorio.

Las dos formaciones de gobierno, comunes y PSC, han chocado respecto al alquiler de habitaciones turísticas en la ciudad que podría reglarse con dicha ordenanza, evidenciando otra discrepancia entre ambos partidos. La teniente de alcalde de Urbanismo, Janet Sanz, ha rechazado la propuesta, que ha calificado de "alfombra roja a la barra libre". En cambio, el concejal de Turismo e Industrias Creativas, Xavier Marcè, ha confiado en regular los pisos compartidos antes de 2023.

INICIO INMEDIATO

La proposición, presentada por Barcelona pel Canvi, insta a iniciar de carácter inmediato los trabajos necesarios que permitan la aprobación de una ordenanza, "asumiendo el compromiso de llevarla a la aprobación del órgano correspondiente en el período mínimo requerido para su tramitación". Eva Parera, líder de la formación, ha acusado al gobierno municipal de hacer "una bola de nieve" con el sector y ha reclamado tramitar con urgencia una ordenanza. Ha alegado que, sin ésta, se está afectando a los visitantes de la ciudad, una intervención que también ha suscrito Marilén Barceló.

Eva Baró, edil de ERC, ha pedido "no dejarse llevar por presiones o otros intereses" y, pese a su voto en contra, ha defendido que están a favor de los pisos compartidos y que son el único grupo municipal que ha presentado iniciativas para favorecer el ejercicio.

NO CONFUNDIR FAMILIAS CON MAFIAS

Jordi Martí, concejal de JuntsxCat, ha pedido "no confundir las familias con mafias" y Celestino Corbacho, regidor de Ciutadans, ha advertido a Sanz que hay que saber gobernar las "complejidades". Óscar Ramírez, edil del PP, ha lamentado que la respuesta del gobierno municipal siempre haya sido la prohibición y no regulación.

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