Días muy duros. Así define estas fechas Francisco Marín, el tío de Xavier Cayuela, el joven de 19 años que falleció el 30 de abril mientras trabajaba en una fábrica en Cornellà de Llobregat. Francisco, conocido como Paco, explica a Metrópoli que la madre y el hermano de Xavi se han apartado de los medios estos días, pero que esperan retomar la actividad cuando acaben las fiestas. "Volveremos a mover redes y posibles movilizaciones". La realidad es que la familia todavía está a la espera del juicio contra la empresa en la que el joven trabajaba, Cidac, a la que denunciaron por homicidio imprudente.
"No fue un accidente, fue un homicidio", insiste la familia de Xavi. Según alerta su entorno, el trabajador ya había avisado del mal estado de la máquina y "nadie había tomado medidas". Paco, que es la pareja de la tía de la víctima, decidió difundir de forma masiva la necesidad de "hacer justicia" ante una "negligencia" que, según su testimonio, "podría haber ocurrido mucho antes por las malas condiciones de las instalaciones". El caso de Xavi ha servido para "destapar" la realidad de la factoría, que ha recibido más acusaciones de antiguos empleados.
ACCIDENTE MORTAL
El aparato que estaba manipulando el joven era una máquina de rodillos de tela asfáltica y, según presenció su primo Carlos, que trabajaba con él, "lo engulló y lo destrozó". Intentaron sacarlo con la ayuda del cuerpo de bomberos, pero ya no "pudieron hacer nada para salvarle".
Paco remarca a este medio que, si desde la compañía se hubiera actuado ante las advertencias, "el accidente podría haberse evitado". Por ello, cargan contra Cidac por no garantizar "el bienestar de los trabajadores", además de someterles a otras circunstancias laborales precarias. "Los empleados hacían turnos de más de 12 horas, no les proporcionaban el uniforme ni el calzado de seguridad, las máquinas eran antiguas y trabajaban entre ratas", indica.
JORNADAS DE 12 HORAS
El abogado de la familia Marín aseveró en unas declaraciones a Crónica Global que la maquinaria debe contar con cédulas de registro que avalen su actividad. “Deben prever un error un humano, y pasar una revisión según la normativa ISO, así como la de riesgos laborales, y esta es la documentación que debe aportar la empresa, si es que la tiene”, indicó. “Se ha incoado un procedimiento penal y otro por parte de Inspecció de Treball, y una vez la aporten o no, la examinaremos con detalle”, expuso.
La familia no quiere que la muerte de Xavi “sea un número más entre el conjunto de accidentes laborales”. Mantienen que el suceso que le costó la vida fue un “homicidio imprudente”, en palabras de Marín. Del “niño” cuenta que solo vivía para el trabajo. Jornadas de 12 horas, y el resto descansar. “Llegaba, se duchaba, dormía un rato, se levantaba para cenar, y otra vez a la cama”. El dinero que ganaba era para su madre y su hermano, en paro, que residen en Roda de Barà. Cuando estaba en casa, “se pasaba el rato cantando flamenco, a veces le decía: ‘Xavi, madre mía, para un rato. Es como si lo estuviese escuchando ahora’’, detalla el que se considera tío del joven --“lo he visto crecer”--.
"QUEREMOS JUSTICIA"
Los allegados del fallecido insisten en que lo único que quieren es "justicia" para Xavi. Paco reitera que no esperan "una compensación económica por parte de la empresa", sino que "los responsables paguen con la pena máxima". Marín también lamenta la falta de apoyo de alcaldes como el de Cornellà, donde se ubica la nave, la de L’Hospitalet, donde residía el joven, y el de Roda de Barà, para determinar lo ocurrido.
Por su parte, Treball confirmó en su día dos denuncias contra Cidac, una del 20 de abril por el despido de un trabajador y otra del mismo día del accidente, diez días después.