Las gemelas de Adeliza Ruiz nacieron un 11 de diciembre de 1980 en la planta de la Maternitat de Les Corts, en Barcelona, pero las bebés nunca llegaron a casa con su familia. Adelina vio nacer a sus hijas vivas a pesar de que en el momento de ingresar en el hospital le comunicaron que debían provocarle el parto porque una de ellas ya estaba muerta. "Se las llevaron rapidísimo", narra la mujer a Metrópoli. "Digo que son niñas porque es lo que nos dijeron, pero no las pude ni coger". Adelina vivió sola el momento de mayor incertidumbre de su vida, ya que a su marido no le dejaron estar presente en el alumbramiento "por ser un parto complicado".

Instantes después, a la mujer la sedaron y cuando despertó y exigió ver a sus bebés, le dijeron que lo mejor era que no lo hiciese "porque tendría un mal recuerdo". La fatídica noticia llegaba: las gemelas habían fallecido. "Pedimos ver sus cuerpos y nunca nos los dieron", rememora Adelina. Durante los dos días que estuvo ingresada después del parto, se sucedieron diversos médicos que le transmitieron a la mujer diagnósticos distintos. Mientras tanto, el padre de las criaturas seguía teniendo la entrada al recinto vetada. "Mis hijas nacieron un jueves y el sábado me dieron el alta. Nos dijeron que nos darían el informe médico cuando transcurriesen 40 días", comenta una devastada Adelina que se fue a casa sin sus bebés y sin tener recetada ningún tipo de medicación a pesar de haber tenido que recibir una transfusión de sangre después del parto.

Mensaje de búsqueda de sus hijas en un chaleco / CEDIDA

¿TRÁFICO DE ÓRGANOS?

Una vez pasados los 40 días, uno de los médicos les explicó que las niñas habían nacido vivas, pero murieron poco después. El mismo médico les dijo que habían mandado los cuerpos a Madrid para que los analizasen y que recibirían otro informe. "A día de hoy, no tenemos nada", asegura la mujer.

Durante aquellos días, la pareja se planteó diversas conjeturas. "En aquellos años se escuchaban casos de tráfico de órganos, que es lo que pensamos", explica Adelina. Ni ella ni su marido habían oído hablar de un caso parecido al suyo, ni en su entorno ni en los medios de comunicación. No fue hasta un año después que Interviú dio a conocer la primera denuncia pública sobre bebés robados. "Vimos que lo que teníamos que hacer era buscar un buen abogado, pero no nos lo podíamos permitir", señala Adelina, quien insistió en conseguir el supuesto informe médico que nunca llegó.

Adelina, la madre de las gemelas robadas en 1980 / CEDIDA

EL MISMO PATRÓN EN DISTINTOS LUGARES

A partir de aquí, la pareja decide seguir adelante sin mencionar el tema: "Lo llevábamos dentro con mucha vergüenza y miedo". Con los años, la familia crece: Adelina y su marido tienen dos hijos más y prosiguen con sus vidas en Badalona.

Pero, hace 11 años, la herida se abría: una noche aparecen en un programa de televisión diversas madres explicando la misma vivencia que la de Adelina. Madres de Madrid, Sevilla y Bilbao que relataban el mismo patrón y describían la misma fatídica experiencia en el momento de los partos. "En ese momento nos unimos y se inicia la primera asociación en toda España de bebés robados", explica la mujer. Las víctimas ponen una denuncia conjunta en la Fiscalía General del Estado: 263 denuncias de toda España concentradas en una. En aquel entonces, se decide derivar los casos a las fiscalías provinciales y cada una procede de una manera distinta. Adelina hace un buen balance de la de Barcelona: "El trabajo se hizo bastante bien, pero mi caso está archivado". ¿Por qué? Porque la familia no disponía de ninguna documentación que probase el robo de sus hijas: "No teníamos el informe médico, el doctor que me atendió ya había fallecido y tampoco sabíamos dónde estaban los cuerpos. Nos dijeron que, supuestamente, una de las gemelas estaba enterrada en Montjuïc". 

UN CALLEJÓN SIN SALIDA

Gracias a la unión de las madres de toda España que habían pasado por lo mismo que Adelina, ella y su marido empiezan a recopilar pruebas. "Hace 11 años no teníamos nada, partimos de cero", pero se pusieron manos a la obra. Con el tiempo, encontraron a una persona que les dio acceso al libro de registros de la Maternitat de Les Corts, donde nacieron sus gemelas. "En el documento hay tachones, números que saltan... Muchas incongruencias, aunque no es nada raro porque en todos los casos pasa lo mismo", explica la mujer a este medio.

Además del libro, Adelina se dirige al Registro Civil, donde no encuentra nada. "Ahora sabemos que cuando una criatura nace, como mínimo tiene que pasar por ocho registros". Finalmente, en los cementerios consiguen otro dato: supuestamente, una de sus hijas fallecidas estuvo en un nicho dos años, pero como nadie la reclamó, trasladaron el cuerpo a una fosa común. Una puerta cerrada para la familia porque las fosas comunes no pueden abrirse. "En el caso de avanzar, nunca podré sacar el cuerpo de mi hija para hacerle pruebas de ADN. Seré una de las personas que no irá más allá", lamenta la madre.

Charla de Sos Bebés Robados Catalunya y la Asociación Dona i Cultura de Badalona / CEDIDA

SIN DATOS OFICIALES

Actualmente es imposible contabilizar los casos de bebés robados en España. "Como poco, hay más de 30.000", dice Adelina, que se basa en el recuento que se llevó adelante gracias al auto aprobado del juez Baltasar Garzón entre los años 1938 y 1952. La práctica empezó a ser habitual bajo la dictadura de Franco, una vez acabada la Guerra Civil. "Pero bien entrados los 90 se seguían dando casos", comenta la madre víctima del robo de sus hijas. Se trataba de una manera de limpiar el "gen rojo" republicano, al menos en Cataluña, de las familias que no eran afines al régimen incluso después de la muerte del dictador.

Sin embargo, en el 2022 continúa sin haber un censo de estos bebés y desde las asociaciones se habla de hasta 300.000 casos, teniendo en cuenta que llevan sin contabilizarse desde el 1952. La implicación en estos casos de personas importantes, altos cargos, es una sospecha más que confirmada para estas mujeres.

TODOS LOS CASOS ARCHIVADOS

La implicación por parte de las Administraciones, como suele ocurrir, escasea. En Cataluña, en diciembre de 2020 se aprobó una ley de desapariciones forzadas de menores que no salió adelante porque no había dotación económica, a pesar de que hace unos meses se aprobaron los presupuestos. Desde Sos Bebés Robados Cataluña se ha pedido desde una oficina de la víctima para que se puedan gestionar las denuncias hasta un censo y un banco de ADN público para cotejar las muestras que se logren conseguir.

Por otra parte, todas las denuncias de bebés robados en España están archivadas. En Cataluña hay 400 casos denunciados en fiscalía. Papeles en un cajón.

Concentración del primer domingo de mes en Plaça Sant Jaume / CEDIDA

"HEMOS LLEGADO A TODO EL MUNDO"

Las valientes madres no se amilanan. Incluso han traspasado fronteras. Han llevado sus casos al grupo de desapariciones de la ONU y en 2017 se creó la Plataforma Internacional Te Estamos Buscando, que aglutina casos del resto de Europa.

A nivel local, la asociación se reunía antes de la pandemia cada domingo en la plaça Sant Jaume. "Uno de estos domingos pasó un matrimonio argentino que nos vio y se quedó desolado. Ambos son profesores de universidad y, gracias a ellos, ahora damos charlas en aulas y llevamos a cabo distintas campañas que nos ayudan a visibilizarnos", comenta Adelina, refiriéndose con cariño a Carolina Escudero, que es la directora de la campaña "Te estamos buscando" que se inició en 2017.

En pleno siglo XXI, la asociación sigue recibiendo peticiones de ayuda por casos de bebés robados. Para agilizar el proceso, recomiendan a las familias víctimas que consigan tres documentos: el informe médico, el registro civil e información de los cementerios.

"ESTO ES VIOLENCIA DE GÉNERO"

Adelina lo tiene claro: "Esto es violencia de género. A las madres nos han hecho desaparecer". "Cuatro locas" es como a veces se refieren a las que buscan a sus hijos. "Ni somos cuatro, ni estamos locas", dice la mujer, que habla a través de un dolor que va a ser para toda la vida. "Lo único que quiero es que llegue un día en el que le pueda explicar a mis hijas la verdad: que nunca las abandonamos".

El marido de Adelina falleció hace ocho años. "Murió con ese dolor dentro", narra la mujer, que valora y pone de manifiesto la suerte de tener una familia que siempre la ha apoyado. "Mis hijos, el día que vimos por la televisión los relatos de las otras madres, nos dijeron que siempre estarían ahí para nosotros". Un legado que están dispuestos a continuar por sus padres.

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