Como ya hicieron en verano de 2018, los taxistas han amenazado este miércoles con una huelga indefinida y una nueva acampada en la Gran Via que colapse la movilidad en el centro de Barcelona si no reciben ayudas directas para paliar los efectos de la subida en el precio de los carburantes.
Así lo ha expresado Tito Álvarez, portavoz del sindicato mayoritario Élite Taxi, durante la marcha lenta de taxistas. Asegura que mientras los costes para el sector se han visto incrementados en un 60%, los beneficios han caído un 50%, y exige al Área Metropolitana de Barcelona y la Generalitat que pacten ayudas para el taxi. En caso contrario, "pararemos el taxi pero no en el parking, sino en la Gran Via", ha señalado.
Después de diez días de huelga de transportistas, el taxi se ha unido este miércoles a las protestas con una marcha lenta entre el aeropuerto del Prat y el Parlament de Cataluña, que según los organizadores ha reunido a 800 vehículos –a la espera de que en el centro de Barcelona se unan más– y que ha avanzado por la C-31 antes de llegar a la capital. Su recorrido continúa por la Gran Via y el paseo de Sant Joan. Cuando lleguen al destino se reunirán con los portavoces de los grupos parlamentarios.
MANIFESTACIÓN EN PLAZA URQUINAONA
Por la tarde, asociaciones vecinales, consumidores y los sindicatos CC.OO. y UGT han convocado manifestaciones en toda Cataluña contra el aumento de precios del gas y la luz. La movilización de Barcelona arrancará a las 18:00 horas en la plaza de Urquinaona bajo el lema Frenemos los precios. Evitemos la pobreza. Los taxistas también prevén unirse a esta movilización después de la protesta de la mañana desde el aeropuerto.
TRANSPORTISTAS CORTAN RONDA LITORAL
Por su parte, unos 200 transportistas han cortado este miércoles la ronda Litoral, en una marcha lenta a pie que ha comenzado en el Port de Barcelona, a la altura de Mercabarna.
Los manifestantes han comenzado la marcha a las 9:00 horas de la mañana, cortando la ronda Litoral en sentido Besòs para avanzar hacia Barcelona. La previsión es cruzar después la mediana y cortar la misma vía en sentido Llobregat, en un recorrido de dos kilómetros. Por este motivo, la Guardia Urbana realiza algunos desvíos de tráfico, como ha ocurrido ya en las salidas 18A y 18B a la altura de la Zona Franca