Más de un centenar de científicos y profesionales del ámbito de la salud y la calidad ambiental, entre los que se encuentran Antoni Trilla y Magda Campins, jefes de Medicina Preventiva del Hospital Clínic y del Vall d'Hebron, han presentado este martes un documento en el que lamentan la sentencia del Tribunal Superior de Justicia de Cataluña (TSJC) contra la Zona de Bajas Emisiones (ZBE) de Barcelona. Reivindican que la medida va "en la dirección correcta, ya que disminuye la contaminación" y mantienen que está "ampliamente aceptada en Europa para mejorar la calidad del aire".

En este posicionamiento conjunto, expertos de la Agència de Salut Pública de Barcelona, del Barcelona Supercomputing Center, del Hospital Clínic, del Hospital de Bellvitge, del Hospital de Sant Pau, del Hospital del Mar, del Institut de Salut Global de Barcelona o del Institut Català d'Oncologia, entre otros, recuerdan que la contaminación del aire es "el primer riesgo ambiental que perjudica a la salud" y que tiene efectos negativos en todas las etapas la vida. Concretamente en la ciudad de Barcelona la polución provoca alrededor de 1.000 muertes prematuras al año.

Apuntan también a las denuncias de la Comisión Europea, contra las conurbaciones de Barcelona y Madrid, por incumplir reiteradamente la normativa para disminuir la alta contaminación. La misma institución ha exigido la implantación de medidas urgentes para revertir esta situación.

Por estos motivos, los firmantes consideran que la sentencia del TSJC "lesiona seriamente el derecho a la salud y a respirar un aire limpio de la población de Barcelona y el área metropolitana".

LONDRES, PARÍS, MILÁN Y ROMA DEFIENDEN LA ZBE DE BARCELONA

Este documento llega pocos días después de que Londres, París, Milán y Roma defendiesen la ZBE tras la anulación de la ordenanza en la capital catalana por parte del TSJC. 

Las urbes europeas lideradas por Sadiq Khan, Anne Hidalgo, Giuseppe Sala y Roberto Gualtieri, respectivamente, han promovido una carta abierta en la que defienden que "priorizar el derecho a la salud es el nuevo sentido común que comparten las grandes ciudades europeas y la comunidad científica".

En la misiva, difundida por el Ayuntamiento de Barcelona, recordaban que alrededor de 300 ciudades europeas han creado ya una ZBE "porque la evidencia científica demuestra que es una medida que salva vidas". También destacaban que es una de las herramientas más útiles para reducir los altos niveles de contaminación. "Por este motivo, frente a la sentencia del TSJC que anula la ZBE de Barcelona, las ciudades queremos mostrar que estamos unidas y convencidas de que es necesario y urgente implementar políticas contra la contaminación", expresaban.

En ese sentido, criticaban que la resolución va en contra de las directivas de la UE y de la OMS, del consenso científico y, "sobre todo, del sentido común internacional que entiende la importancia de proteger la salud pública". En plena emergencia climática y sanitaria, "los jueces no pueden obligar a los gobiernos a retroceder", zanjaban.

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