Los próximos días 9 y 10 de mayo se celebran en Barcelona las II Jornadas Internacionales de Acción Comunitaria, organizadas por el Ayuntamiento de Barcelona. Serán unas jornadas que representarán la reaparición de una vieja amiga de la alcaldesa Ada Colau: se trata de la exconcejala Gala Pin, uno de los puntales del núcleo duro colauense, que vuelve así a la escena pública de la mano de un acto patrocinado por el consistorio después de estar desaparecida prácticamente los últimos 3 años, cuando decidió no volver a integrarse en la lista electoral de los comunes.
La polémica concejal es la invitada a una mesa redonda en la que su presencia es anunciada por el propio consistorio como “activista vecinal y exconcejala de Ciutat Vella”. Junto a ella, tendrán también voz Lucía Delgado, portavoz de la Plataforma de Afectados por la Hipoteca (PAH); Miguel Martín, activista vecinal y editor de Virus; y Agus Giralt, coordinador de Lleialtat Santsenca. El título de la mesa redonda es ‘Construir organización para transformar la realidad: aprendizajes desde los movimientos sociales’, que dura desde las 11.30 a las 13 horas del primer día de las jornadas.
DE LA POLÉMICA A SOROS
Desde 2019, Gala Pin se mantuvo en un discreto segundo plano. En un primer momento, fue fichada por la Fundación Goteo, en la que estuvo de febrero de 2020 a agosto de ese año. En Goteo coordinó el proyecto Crowdcoop. Goteo está considerada como “una plataforma que es una fundación” y cuyas donaciones son desgravables. También tiene a fuer subrayar que defiende “más el crowd que el funding”. El proyecto Crowcoop. Su fichaje por esa plataforma le acerró una campaña de duras críticas, ya que poco antes la propia Pin le había concedido 160.000 euros en diversas subvenciones, según adelantó Metrópoli.
En septiembre de 2021, se integró como autónoma en el Institut Sobiranies durante tres meses al mismo tiempo que fichaba por la Open Society Fountations, la plataforma mundial que tiene el magnate George Soros. En esa organización figura como consultora de “incidencia política en el ámbito de la inteligencia artificial y la movilización en torno a esa temática para el Espai Societat Oberta”. Soros sentó sus reales en Barcelona en 2013, con una veintena de personas que supervisaban las ayudas en la mayor parte de Europa.
El Espai Societat Oberta pretende ser “un espacio de pensamiento crítico donde compartir miradas y acciones sobre derechos humanos, democracia, derechos digitales, justicia algorítmica y emergencia climática”. En él se quiere fomentar el debate, la formación, la reflexión y el intercambio de experiencias y estrategias. Según su ideario, “apoyamos a abogados, activistas y todas aquellas voces que promueven la justicia, la igualdad y la participación”. Incentiva, asimismo, “nuevos modelos de participación ciudadana en la toma de decisiones institucionales” (lo que los comunes hacen en el Ayuntamiento con la plataforma Decidim, por ejemplo). Y, entre otros cometidos, protege los derechos de los migrantes.
PLATAFORMA INDEPENDENTISTA
En el Institut Sobiranies era una colaboradora externa más. Esta plataforma es una entidad independentista creada para “promover el debate, la reflexión, el análisis ya la formación en el amplio campo sociopolítico de la izquierda soberanista catalana”. En el Institut participan, por ejemplo, los exdiputados de la CUP Anna Gabriel y Quim Arrufat, el jurista (también de la CUP) Albert Noguera, que participó en las comisiones técnicas de redacción de las constituciones de Bolivia y Ecuador, el actual director del Centro de Estudios de Opinión (CEO), Jordi Muñoz, o los exdirigentes de los comunes Gemma Ubasart (exsecretaria general de Podemos en Cataluña) y Xavier Domènech (exlíder de los podemitas en esta comunidad).
En noviembre de 2021, Pin fichó también por Oxfam, abandonando el Institut Sobiranies. En la nueva ONG coordina un proyecto “sobre justicia global digital y derechos digitales que comprende una investigación global y dos planes pilotos con Bolivia y El Salvador”.
Hace solo tres semanas, Gala Pin presentó un libro donde cuenta vivencias de su paso por el Ayuntamiento en la primera legislatura de Ada Colau, con el sugerente título ¿Qué pinto aquí? Un affaire institucional, en el que deja claro que prefiere el activismo a la política institucional.