Barcelona ha logrado un acontecimiento que debe servir para el futuro, para establecer colaboraciones que busquen objetivos ambiciosos. Se trata de la Copa América de Vela, el evento que se celebrará en la ciudad en 2024, pero generará desde este mismo año un impulso económico importante, con todos los equipos participantes muy pendientes de las instalaciones y los servicios de la capital catalana. Ese es el ejemplo que ofrece una y otra vez el presidente de Turisme de Barcelona, Eduard Torres, convencido de que se ha producido un cambio de rasante. "Al final y después de muchos problemas, se acometieron distintas reuniones, con la idea de que era necesario llegar a un acuerdo, y se llegó", señala, en relación a la colaboración entre las distintas administraciones y entre éstas y el sector privado para lograr el evento deportivo.
¿Y ahora? La ciudad necesita, a juicio de Torres, hacer lo mismo con el aeropuerto de Barcelona. La ampliación de El Prat debe centrarse en el "enorme salto" respecto a la competitividad que logrará la economía local y del conjunto de Cataluña. "El aeropuerto de El Prat se debe ampliar para ganar competitividad, y el debate debe centrarse en esa cuestión, más que en lograr más o menos turistas", asegura Torres.
LA IMPORTANCIA DEL TURISMO INTERNACIONAL
¿Cuál es el problema? Torres, en una entrevista en el programa Converses, de la Cadena Cope, con la participación de Metrópoli, considera que Barcelona ha mantenido su poder de atracción como marca global tras la pandemia del covid, y que la recuperación del turismo es más rápida de lo esperado, con la mayoría de hoteles de la ciudad ya a pleno rendimiento. El momento más álgido se producirá, según Torres, en junio y julio, y descenderá algo en agosto, porque el turismo se concentra en otros núcleos, más de playa y de interior. La cuestión es saber si mantendrá el actual ritmo a partir de otoño, siempre que las circunstancias internacionales lo permitan y se controle, también, el aumento de la inflación que ha afectado a todos los sectores de la economía.
Barcelona se vio más perjudicada que otras ciudades del resto de España por la pandemia del covid. Y lo ha sido porque la importancia del turismo internacional es enorme, principalmente el norteamericano y asiático. El turismo español, en su conjunto, representaba antes de la pandemia sólo el 16%. Con campañas más centradas en ese potencial turismo, se ha incrementado hasta el 40%, y ahora la previsión es que vuelva a caer, con la reincorporación de los visitantes internacionales, a juicio de Torres. El turismo ruso en Barcelona, a pesar de su alto poder adquisitivo, no era, sin embargo, significativo: el 2%. Por ello, Torres no cree que esa pérdida de visitantes de Rusia, por la guerra con Ucrania, pueda resultar un problema para la ciudad.
Lo importante ahora, en todo caso, será la posible saturación del aeropuerto de El Prat, a lo largo de este verano y el debate sobre qué hacer en los próximos años. El desencuentro entre el Gobierno central y el gobierno de la Generalitat, ha dejado en la cuneta el plan de Aena para invertir hasta 1.700 millones de euros en la ampliación del aeropuerto y la creación de una especie de ciudad aeroportuaria en El Prat. Para Torres, se debe ser consciente de lo que está en juego: "Se señala el turismo, pero el debate sobre esa ampliación se debe centrar en la competitividad. Barcelona debe estar mejor conectada con los grandes centros tecnológicos de Estados Unidos y del conjunto de Asia. Nos jugamos el futuro", insiste el presidente de Turisme de Barcelona, un consorcio formado por el Ayuntamiento de Barcelona, la Cámara de Comercio, y la Fundación Barcelona Promoción.
Esa característica, precisamente, es la que destaca Torres para volver sobre sus pasos y situar de nuevo el evento de la Copa América de Vela en el centro. El evento, además de lo que significa por sus propios valores y potencialidad, ha levando el espíritu de la ciudad, y ha generado un mayor optimismo. Y para lograrlo, la imagen de unidad, de colaboración, ha sido, a juicio de Torres, "determinante". Por eso, plantea que los responsables políticos retomen las negociaciones y planteen, desde Cataluña, un nuevo acuerdo que pueda recoger Aena, y su presidente, Maurici Lucena.
NO ESPERAR A 2027
Torres cree que todas las partes están a favor de conectar mejor el aeropuerto de El Prat con los grande nudos tecnológicos internacionales. Pero que ha fallado una mejor comunicación entre las distintas administraciones y partidos políticos. Lo que plantea Torres es tomar como ejemplo también Fira de Barcelona, que ha logrado "importantes ferias para la ciudad, con eventos que pueden provocar un salto en la ciudad", en referencia al salón audiovisual ISE, que dejó Amsterdam para instalarse en la capital catalana.
Otro de los ejemplos, a su juicio, es el que ha impulsado el sector privado y el Ayuntamiento de Barcelona para celebrar el 200 aniversario del paseo de Gràcia. "La colaboración público-privada es esencial, da sus frutos y hay que saber aprovechar las oportunidades que se presentan", señala el presidente de Turisme de Barcelona.
El mensaje de Torres, que ve "recuperado" el sector turístico para este verano, es que el mejor homenaje a los Juegos Olímpicos de Barcelona de 1992, que cumplirá este verano su 30 aniversario, es "lograr, otra vez, un acuerdo entre todos tan importante en el caso del aeropuerto de Barcelona", que, a su juicio, no debería tardar mucho ni esperar a 2027, que es cuando Aena abriría otra ventana de oportunidad con nuevas inversiones.