El presidente del Port de Barcelona, Damià Calvet, rechaza de plano la propuesta de la alcaldesa de Barcelona, Ada Colau, de limitar el número de cruceros que atracan en el puerto. El dirigente catalán asegura que los buques suponen un "beneficio indiscutible" a nivel económico y de imagen.
Colau anunció el pasado viernes en una entrevista en RTVE su voluntad de restringir el número de barcos en caso de que sea reelegida alcaldesa de la ciudad como ha hecho la ciudad de Palma hace tres semanas. Calvet ha explicado este lunes por la tarde en una rueda de prensa que los cruceros aportan 1.000 millones de euros anuales de facturación y que generan 9.000 puestos de trabajo indirectos.
CONTAMINACIÓN
El máximo responsable de la Autoritat Portuaria no quiere "minimizar ni esconder" el impacto negativo evidente de estas naves, como la contaminación o una masificación puntual en distintas zonas de la ciudad, pero recuerda que un crucerista gasta de media 230 euros en la capital catalana, mucho más que los 70 euros del viajero medio. "Es un turista de mucho valor añadido", opina Calvet.
El dirigente reprocha la supuesta incoherencia de la edil de los comunes por querer limitar los cruceros al mismo tiempo que crea un aliciente turístico con la apertura comercial los domingo de mayo a septiembre.