Barcelona se ha convertido en el ejemplo de cómo no tratar a su patrimonio. El abandono municipal de los elementos patrimoniales de la ciudad es evidente, y se refleja en numerosos ejemplos a lo largo y ancho de la capital catalana.
Las luchas de los vecinos de Les Corts o Sant Andreu, entre otras muchas, reflejan la inacción del gobierno liderado por Ada Colau respecto a unos elementos que deberían contar con una máxima protección de la que no disfrutan. En consecuencia, la degradación de los elementos históricos de la ciudad es cada vez mayor.
Ante esta situación, 14 entidades barcelonesas han dicho basta mediante la creación de una red de defensa del patrimonio bautizada como Xarxa per a la Salvaguarda dels Béns Comuns de Barcelona (XBB).
"PARODIAS PARTICIPATIVAS"
Jordi Bigues, miembro de Amigues i Amics del Parc del Castell de l'Oreneta, explica que las "anomalías que se producen con el patrimonio de Barcelona", como la aprobación de la modificación del proyecto de este parque sin reflejar las demandas de los vecinos, han llevado a la reunión del pasado 4 de junio para la constitución de la nueva red en defensa del patrimonio barcelonés. La presentación del "lamentable documento" Barcelona, ciutat patrimoni por parte del Ayuntamiento también ayudó a despertar el rechazo de las entidades.
"El Ayuntamiento dice una cosa y hace otra, hay parodias participativas", asegura el portavoz tras subrayar el engaño que supone el establecimiento de la Mesa Ciudadana de Patrimonio por parte del consistorio el pasado mes de mayo. Bigues destaca que la pasada semana se produjo una "primera reunión", y apunta que la nueva red realizará un acto de presentación a la ciudad, posiblemente en el Ateneu Barcelonès.
Respecto al conflicto del Parc de l'Oreneta, que el propio Bigues denunció en declaraciones a Metrópoli, remarca que el colectivo continúa luchando "por ver un expediente" que el Ayuntamiento no les ha hecho llegar pese a sus peticiones, y asegura que seguirán defendiendo sus reivindicaciones: "Haremos que el Parc de l'Oreneta sea el cementerio de una forma de hacer".
"NUEVA CULTURA DEL PATRIMONIO"
Marta Ollich, miembro de la Plataforma Salvem el Patrimoni de Les Corts, expresa su preocupación por diferentes elementos patrimoniales del barrio, como la finca de Can Capellanets y la Colònia Castells, remarcando la necesidad de "proteger el patrimonio histórico y natural".
En cuanto a la XBB, explica que las entidades adheridas comparten "preocupaciones comunes", como la "falta total de transparencia por parte del Ayuntamiento para hacer proyectos, la sensación de desprotección" y la necesidad de "incrementar el nivel de calidad democrática" municipal.
Ollich destaca que esta red tiene la voluntad de "construir una nueva cultura del patrimonio" y "acabar con la destrucción masiva que se está haciendo" mediante la unión del mayor número de voces posible.
"PROBLEMA GENERALIZADO"
Josep Maria Guillumet, presidente de la Asociación de Vecinos de Zona Universitària, incide en que hay "un problema generalizado" con el patrimonio en Barcelona, y remarca la importancia de que todas las asociaciones vayan "juntas sea donde sea" que se esté dando el problema.
El líder vecinal recuerda que la capital catalana tiene "muchas" cuestiones pendientes en esta materia, entre ellas la subestación eléctrica de "Torre Girona", que afecta a los vecinos de la zona. "Los Jardines están en un estado caótico, con muchas zonas sin hierba, pero el gran problema es el supertransformador, que se hizo sin participación pública y afectará a la naturaleza y a las personas", asegura.
Guillumet lamenta que con esta implementación "se pierde zona verde i no se justifica donde se sustituye", y que la vegetación restante "pierde calidad por la influencia del transformador".
"EL PATRIMONIO NO LES INTERESA"
Como las entidades anteriores, la Federació de Barris de Gràcia también forma parte de la Xarxa per a la Salvaguarda dels Béns Comuns de Barcelona. Desde el colectivo vecinal, señalan que el Ayuntamiento ha demostrado que "el patrimonio no les interesa para nada", y tachan la nueva Mesa de Patrimonio como una "medida electoralista" que llega después de "siete años" con Colau en la alcaldía.
El grupo vecinal recuerda que "el patrimonio va más allá de bienes arquitectónicos", como los restos de la "cantera de Vallcarca" que el Ayuntamiento debería "proteger" como elemento histórico del barrio.
Desde el colectivo también hacen referencia a los antiguos estudios de cine que tenía el mismo barrio y que el vecindario trató de conservar sin éxito: "Nos tiraron Balet i Blai", lamenta el grupo de residentes.