Un cóctel de incivismo convierte un pasaje de Sants en una pesadilla para los vecinos
Los residentes sufren diariamente diversas problemáticas que impiden el descanso en la zona
19 junio, 2022 00:00Noticias relacionadas
El incivismo se ha convertido en un problema crónico de Barcelona. Suciedad en la vía pública, exceso de ruido nocturno y vandalismo en el mobiliario son algunos de los problemas que no dejan de agravarse en la capital catalana.
El pasaje del Vapor Vell, que cuenta con un CAP, una escuela, varios bares y viviendas en un limitado espacio del barrio de Sants, se ha convertido en un foco incívico. Los vecinos viven su día a día con constantes molestias, algunas de especial gravedad afrontando situaciones de riesgo con tan solo transitar la zona.
El hartazgo de los residentes, que han puesto en conocimiento del distrito y los cuerpos policiales la situación, es absoluto, por lo que exigen al consistorio barcelonés que adopte medidas efectivas para acabar con esta pesadilla.
ZONA 'SKATER'
Entre los inconvenientes con los que conviven diariamente los residentes, se encuentra el incivismo de los skaters. El Ayuntamiento instaló, hace años, una barandilla junto a una rampa del pasaje, lo que atrajo hasta la zona a los patinadores. Fuentes vecinales explican que, en primera instancia, acudían aquellos que hacen uso del monopatín, pero posteriormente se sumaron los "patines y las bicicletas".
La presencia de estas personas no ha sido puntual. Los vecinos explican que han convertido el pasaje en un lugar frecuentado de forma habitual, especialmente "cuando se retira la terraza de un bar y a altas horas de la noche", con las molestias por "ruido y vibraciones" que ello implica y que impiden el descanso de los residentes.
Ante esta situación, los residentes plantearon la instalación de elementos en la barandilla que impidiesen el uso por parte de los skaters, así como el cambio de las baldosas del suelo por otro material que no supusiera un problema acústico. Aunque en el primer caso sí se instalaron elementos que dificultaban las acrobacias, éstos han sido retirados, mientras que el suelo continúa intacto.
PRESENCIA DE SINTECHO
La instalación de una familia "rumana" sintecho en el pasaje también preocupa entre los residentes. "Están viviendo en un banco. Tienen ahí carros y cartones, beben y duermen en la calle y se les ha visto trapichear", explican desde el vecindario.
En este sentido, expresan su preocupación por la inacción municipal tras los avisos a la "Guardia Urbana y al Distrito" para que abandonen el lugar, y lamentan que su propuesta de retirar "el banco y la fuente" del pasaje tampoco haya salido adelante.
BARES
Los tres bares del pasaje también contribuyen a la problemática diaria. Los residentes denuncian que colocan "más mesas en las terrazas de las que pueden poner", y advierten del incumplimiento de horarios: "Hay días que es la 1 de la madrugada y todavía no han cerrado".
Al ruido generado por los clientes, se añade el provocado al recoger las propias terrazas, generando "vibraciones" que frustran el descanso en horario nocturno.
ESCUELA
Las quejas vecinales se extienden también a la escuela Barrufet, ubicada en el mismo pasaje. Los residentes critican el uso de la vía para la realización de actividades, pero apuntan especialmente al ruido durante celebraciones de la escuela que se alargan hasta "pasadas las 12 de la noche".
Las mismas fuentes recuerdan, además, que la escuela impulsó una propuesta en la plataforma Decidim Barcelona con la finalidad de instalar una grada en el propio pasaje para uso escolar, un procedimiento al que animó a participar el regidor del distrito, Marc Serra. Los residentes se oponen totalmente a la propuesta, señalando que podría complicar aún más el problema de incivismo facilitando actividades como los "botellones nocturnos".
Fuentes municipales apuntan a Metrópoli que no hay ninguna actuación prevista en el pasaje.
HARTAZGO VECINAL
El vecindario expresa su hartazgo ante esta situación, y remarca que se han realizado quejas formales de todo tipo que, hasta la fecha, no se han traducido en una solución efectiva por parte del Ayuntamiento.
Los residentes, que seguirán reivindicando el fin del incivismo, no descartan realizar acciones de mayor contundencia en caso de que continúe el inmovilismo municipal.