El Ayuntamiento de Barcelona ha desalojado esta mañana a cinco personas que okupaban desde hace un año y medio el antiguo campo de fútbol de la Damm. La instalación, abandonada desde hace casi una década, es propiedad del consistorio, que ha ya había intentado expulsar a los ocupantes en dos ocasiones anteriores.

Desde el gobierno municipal informan que la actuación ejecutada por la Guardia Urbana se ha desarrollado "sin incidentes". Los servicios sociales han ofrecido una alternativa de vivienda de emergencia que los ocupantes han rechazado.

PROTESTA DEL SINDICAT

Varios furgones de la policía barcelonesa han acudido al campo del barrio de Porta (Horta) minutos antes de las 08.00 horas, cuando estaba previsto el desalojo. Convocados por el Sindicat de l'Habitatge de Nou Barris, un grupo de una cincuentena de personas han protestado contra el desahucio, que han cualificado de "prevaricación".

Tres de los ocho hombres que el pasado febrero okupaban el antiguo campo de la Damm  / GUILLEM ANDRÉS

 

En febrero de este año, cuando Metrópoli visitó el recinto, vivían ocho personas: un hombre de nacionalidad española y siete de origen marroquí en situación irregular. Un juez ordenó el desahucio para el 15 de febrero, pero los ocupantes, apoyados por el Sindicat, lograron frenar la actuación judicial. En los últimos meses hubo otro intento de desalojo que también se frustró hasta este lunes, que sí se ha hecho efectivo. Este lunes, los agentes solo han encontrado a cinco personas.

'VIA CRUCIS' ADMINISTRATIVO

Hace cuatro meses, las personas que malvivían en los vestidores de las antiguas instalaciones denunciaban a este medio su situación de vulnerabilidad y pedían más tiempo para encontrar un trabajo y regularizar su situación, enquistada en un via crucis administrativo que les impedía encontrar un trabajo, según explicaron.

El consistorio asegura que planea organizar un proceso participativo para decidir el futuro uso de este espacio. Meses atrás ya tuvo lugar un proceso de estas características mediante una votación por internet donde los vecinos podían escoger entre varios proyectos. Entre las opciones propuestas había una zona verde, un aparcamiento, una biblioteca o un casal de jubilados. 

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