Abraham y Josefina Halfen, dos neoyorkinos de 74 y 72 años, tirados en Barcelona cuando estaban a punto de embarcar en un crucero de Costa Cruceros. Los turistas han llegado de Madrid este lunes, 8 de agosto y, tras el robo de cable de las vías del tren de alta velocidad, no han podido presentarse a la hora prevista para realizar la facturación de maletas en el Port.
Según han explicado a Metrópoli, la pareja estadounidense se ha puesto en contacto esta mañana con su agencia de viajes –Nautalia– para advertir del altercado cuando han visto la situación en la estación de Atocha. "Nos han dicho que avisarían a Costa y que teníamos margen hasta las 17:30 horas para embarcar", cuenta Abraham. Después de vivir una "odisea" en el AVE, la pareja ha llegado a tiempo a la puerta de acceso y, cuando iban a pasar el control de seguridad, no les han permitido acceder al barco.
A pesar de que la hora de salida oficial del crucero era a las 19:00 horas, la tripulación les ha repetido que no podían hacer "nada por ellos". Y nadie les ha dado ninguna explicación en el Port de Barcelona. "La única solución que nos dan es que volemos a Palma de Mallorca –la siguiente parada del crucero– y que cojamos allí el barco 24 horas después", relatan los afectados entre lágrimas a este digital.
RUEGOS A LA TRIPULACIÓN
Abraham y Josefina, en una situación de desesperación, han intentado contactar con algún responsable del crucero para explicarles la situación. "Tenemos todas las pruebas y la conversación con la agencia de viajes conforme en Costa conocían nuestra llegada y tenía todos nuestros datos", aseguran los afectados.
Josefina ha tratado de llamar a la compañía e incluso han hecho llegar una carta al capitán del barco a través de una trabajadora. "Hemos escrito un ruego al director, al capitán o a quien sea. Queríamos que entendiesen nuestra situación. Solo pedíamos un poco de compasión y humanidad", cuentan a este medio.
CONTRATACIÓN EN MADRID
La pareja llevaba unos días de vacaciones en Madrid cuando decidieron contratar un crucero en Barcelona para recorrer el Mediterráneo. Nautalia organizó todo el recorrido con un tren que les permitía llegar a las 15:00 horas al crucero.
No obstante, no contemplaron el caos que se produjo en la conexión ferroviaria. "Las horas de espera en Atocha fueron horribles, con mucha incertidumbre y aglomeraciones, pero teníamos la esperanza de que podríamos continuar nuestro viaje. No sabíamos que lo peor estaba por llegar", lamentan a las puertas del Costa Esmeralda.
MEDIDAS LEGALES
Abraham asegura a este medio que emprenderán medidas legales contra Costa Cruceros. "No lo haremos por los gastos económicos, sino por el daño psicológico que nos han causado", cuenta. "Nos parece incomprensible haber tenido que ver como el barco seguía parado durante más de dos horas y no podían hacer el esfuerzo de dejar pasar el control de seguridad a dos personas mayores", añade.
Finalmente, la pareja ha optado por coger un taxi hasta el Aeropuerto del Prat para volar a Palma de Mallorca, donde tendrán que pasar la noche hasta que salga el crucero desde allí. "Contactaremos con dirección cuando nos podamos subir al barco, esto no puede quedar así", dice Josefina.