El aumento de casos de pinchazos en discotecas en Barcelona hace tomar medidas a la policía. Tras darse a conocer los protocolos de actuación de los Mossos d'Esquadra, el Ayuntamiento prepara a la Guardia Urbana para actuar ante el preocupante escenario.
La guía insta a lanzar mensajes informativos y cuidadosos pero no alarmantes, con el objetivo de "no crear un clima de terror sexual". Además, como novedad, aunque no haya delito posterior al pinchazo se tratará como un delito de lesiones graves, que podría agravarse si hay transmisión de enfermedades.
TRES POSIBLES ESCENARIOS
La hoja operativa marca tres posibles escenarios de intervención tras recibir el aviso de un pinchazo en una discoteca. Contempla la posibilidad de ataque con agresión sexual o robo posterior y autor, con agresión pero sin autor y sin agresión ni autor.
En este contexto, la Jefatura de la Urbana remarca que en ningún caso se ha producido un ataque posterior hasta la fecha pero no se descarta la posibilidad.
ACTUACIÓN
El protocolo fija que, cuando se produzca un ataque con jeringuilla, la policía municipal debe estar preparada para los tres escenarios planteados y añade una posibilidad más: que la víctima rechace denunciar.
En todos los casos, la Jefatura pide que se trate con especial cautela a las pruebas y testigos y fija que se debe avisar a la policía científica de los Mossos d'Esquadra en caso de que sea necesario.
PREVENCIÓN
La actuación de la Guardia Urbana se centrará también en la prevención. Para ello, el Ayuntamiento solicita a los agentes que vigile la tenencia de jeringuillas u objetos parecidos entre los clientes que se encuentren en zonas de ocio nocturno.
La política de Itinerarios Seguros del Ayuntamiento también reforzará la prevención, al incrementar la vigilancia en cuatro zonas de ocio: el Frente Marítimo, el Poblenou, el Paral·lel y la franja entre Gràcia y Sarrià-Sant Gervasi.
SUMISIÓN QUÍMICA
Los Mossos d'Esquadra también insisten en que en los casos detectados o denunciados hasta el 29 de julio de 2022 no se ha producido ningún hecho delictivo. Por ello, remarca que no se deben relacionar directamente estos casos con violencias sexuales.
Aún aí, la Generalitat insta a recordar que el alcohol es la droga más utilizada en la sumisión química con fines de violencia sexual. Según los datos de 2021, el Hospital Clínic de Barcelona atendió a 468 personas por violencia sexual y en el 30,2% de los casos de mujeres agredidas había indicios de sumisión química.
Según el informe del Observatorio Noctàmbul@s, en 2021 el 90% de las agresiones se cometieron sobre mujeres (de 16 a 25 años) y el 10% sobre hombres. Además, el 100% de los agresores eran hombres, el 50% de los cuales eran conocidos de las víctimas.