Temperaturas insoportables: las aulas barcelonesas siguen por encima de los 30 grados

El inicio de curso sigue siendo especialmente duro en Barcelona, ciudad en la que las aulas registran temperaturas internas por encima de los 30 grados. Las escuelas de la capital catalana se encuentran a principios de septiembre, coincidiendo con un inicio del curso lectivo adelantado, con la desagradable situación de tener a menores y profesores teniendo que pasar entre seis y ocho horas diarias a temperaturas que oscilan entre los 30 y los 41 grados.

De hecho, el pasado martes, la escuela pública Auró, situada en el distrito del Eixample, tuvo que dar clase con hasta 40,4 grados en un aula de sexto de primaria, es decir, con niños de entre 11 y 12 años mayoritariamente. A este dato le siguen los riesgos laborales que implican para los profesores dar clases bajo dichas circunstancias. Tan es así que distintas asociaciones de familias de alumnos (AFA) llevan denunciando esta situación a través de redes sociales.

La AFA Auró criticaba que maestros y alumnos tuvieran que estar en estas condiciones mientras que en otros edificios públicos el aire acondicionado baja las temperaturas hasta los 27 grados.

MEDIDAS URGENTES

Hay quórum entre sindicatos y asociaciones: hay que adaptar los centros educativos para combatir esta situación. Varias asociaciones han suscrito un manifiesto que se ha enviado este martes al Consorci d'Educació de Barcelona demandando medidas urgentes para combatir el calor extremo y prolongado en las aulas, según ha avanzado Betevé.

Termómetro interno de un aula de la Escola Auró de Barcelona por encima de los 40 grados / TWITTER AFA-AURÓ

Y es que varios centros, como el Institut Maria Espinalt, en el Poblenou, marcaba esta mañana los 32,2 ºC. La Escola Auró, que ayer llegó a los 40ºC, hoy estaba a 31,3ºC. Otras, como la Escola Arenal de Llevant, registraba 30,1ºC en algunas de sus aulas.

PROTOCOLO DE ACTUACIÓN

El Consorci d'Educació ya detectó a finales del curso anterior temperaturas alarmantes en más de 40 escuelas de la ciudad. A lo largo del día, miembros de la institución han llevado a cabo mediciones térmicas para adaptarse al protocolo de actuación.

A diferencia de otros edificios públicos, donde el aire acondicionado es imprescindible, en las escuelas barcelonesas solo se instalará en casos excepcionales en los que no haya otra manera de bajar la temperatura de forma natural. Por ello, el protocolo marca que, en primera instancia, se abran puertas y ventanas para favorecer la ventilación. Si eso no funcionara, queda la opción de instalar ventiladores. Solo si, habiendo fallado ambas medidas, la temperatura no se regulara, se estudiaría recurrir a la instalación de aparatos de refrigeración.