El Ayuntamiento de Barcelona ha iniciado esta semana el despliegue de la segunda y última fase del nuevo contrato de limpieza. El dispositivo ya se estrenó en marzo en los distritos de Ciutat Vella, Eixample, Gràcia, Sant Andreu y Sant Martí, y ahora llega al resto de la ciudad: Sants-Montjuïc, Les Corts, Sarrià-Sant Gervasi, Horta-Guinardó y Nou Barris.
La contrata, que es para los próximos ocho años, es la más grande del consistorio hasta la fecha. Ha supuesto una inversión total de 2.300 millones de euros, que se traduce en un gasto en limpieza vial de hasta 122 euros por habitante y año.
DESPLIEGUE DEL NUEVO CONTRATO
Según ha informado el consistorio, el despliegue se hará de forma gradual durante semanas incorporando el nuevo personal, los nuevos vehículos, servicios y contenedores.
El Ayuntamiento ha asegurado que el nuevo contrato supone "un aumento de la limpieza vial adaptada a cada barrio, más personal, más tecnología en los servicios, unos vehículos más sostenibles, y la sustitución de todos los contenedores de la ciudad, 12.600 de los cuales pertenecen a estos distritos y se remplazarán durante los próximos meses".
400 NUEVOS OPERARIOS
Con la nueva flota habrá un 66% de vehículos eléctricos desplegados por la ciudad –se incorporarán 534– y habrá 400 nuevos operarios.
Según el consistorio, a partir de octubre se celebrarán cerca de cincuenta comisiones de seguimiento barrio a barrio, un espacio conjunto entre el vecindario, los distritos y el área de limpieza y recogida de residuos para compartir el funcionamiento, la evolución del servicio y las propuestas de mejora.
HUELGA DE BASURAS
La ampliación del contrato se formaliza en un momento de máxima tensión entre los trabajadores de la limpieza y recogida de basuras y las empresas que gestionan este servicio en Barcelona. El sindicato UGT ha convocado un paro indefinido en el servicio de limpieza viaria y de retirada de residuos entre el 21 y el 26 de septiembre.
Los empleados reprochan a las compañías que aun no han pagado un aumento del 6% y otro del 2,5% de su salario pactado en un acuerdo laboral. La plantilla debería haber cobrado la primera subida en julio de 2021 y la segunda en 2022. De esta manera, la huelga afectaría de lleno a las fiestas de la Mercè.