Barcelona se libra de sus 45.000 plataneros orientales o simplemente plataneros. El Ayuntamiento de Barcelona continúa avanzando con su plan de reforestación de la ciudad, pero no continuará utilizando esta especie vegetal debido a las alergias que provocan en la población.
Por el momento, el consistorio ya ha anunciado que se plantarán más de 8.000 nuevos árboles entre este mes de octubre y finales de año con el objetivo de rellenar todos los alcorques vacíos -los socavones de las aceras en las que se plantan los árboles-.
NUEVAS ESPECIES
Además, ha iniciado la sustitución gradual de los plataneros, que forman parte ya de manera tradicional del paisaje barcelonés gracias a su amplio follaje. Estos árboles se cambiarán por otras especies variadas, como almeces, sóforas, cinamomos y tipuanas. La variedad de la vegetación hace a la flora urbana de la capital catalana más resistente a las plagas.
De todos los alcorques vacíos, unos 460 se pavimentarán porque no se puede volver a plantar en ellos. El resto, así como los más de 200.000 que hay en toda la ciudad, irán recibiendo poco a poco nuevas variedades vegetales.
CAMBIO GRADUAL
El cambio total, no obstante, tardará muchos años en completarse. El Ayuntamiento no matará o trasplantará los árboles, sino que esperará a que vayan muriendo y, poco a poco, los irá sustituyendo.
El concejal de Transición Ecológica, Eloi Badia, ha detallado que "todas las nuevas especies que se van a plantar en la ciudad son hipoaergénicas".
De cara a finales de 2023, se espera que se haya plantado un total de unas 55.000 nuevas plantas -entre árboles, flores, matorrales, etc-. En cómputo, la iniciativa, que lleva por nombre Cuidem Barcelona, costará a las arcas unos 40 millones de euros, distribuidos durante toda la década.