El Consorci d'Educació de Barcelona, controlado en un 60% por la Generalitat de Catalunya y el 40% por el Ayuntamiento, ha sumado 11 escuelas concertadas en la red pública en estos dos últimos años. La más reciente ha sido la Escola Projecte, ubicada en el distrito de Sarrià Sant-Gervasi. A esta le siguen el Col·legi Immaculada Concepció, --ahora Institut Escola Eixample--; las cuatro escuelas de la Fundació Escola Vicenciana; el Institut Escola Siciliana; el Institut Escola Londres; la Escola Aldana; el Institut Escola Elisabets y el Institut Escola Molí.

El factor determinante, según las fuentes consultadas del sector, es la petición de plazas públicas por parte de las familias por cuestiones económicas, lo que ha llevado a estas escuelas a pedir su integración en la red pública. Entre las concertadas mencionadas destacan los casos de la Escola Projecte, el Col·legi Inmaculada Concepció y las escuelas de la Fundació Escola Veneciana. 

Asimismo, los otros colegios de carácter religioso como el Institut Escola Siciliana, el Institut Escola Londres, la Escola Aldana, el Institut Escola Elisabets y el Institut Escola Molí solicitaron el traspaso por falta de recursos económicos para mantener los propios centros. Una gran mayoría de ellos formaban parte de fundaciones y organizaciones religiosas. 

MODUS OPERANDI 

Los centros concertados que se han visto obligados a incorporarse en la red pública han responsabilizado a las instituciones catalanas de la situación crítica que están viviendo. Las administraciones catalanas estarían ahogando, a juicio de esos centros, a las concertadas al no actualizar el concierto. Algunos de los responsables de estos centros declaran que “no están pagadas como deberían”, es decir, que falta dinero público. 

Una de las fórmulas que se eligen, según las fuentes de los centros concertados consultadas, es la de realizar inspecciones y reformas. El Consorcio de Educación obliga a las concertadas a acometerlas y a pagarlas, lo que supone que muchas ellas no puedan afrontar este gasto. En ese momento, la administración pública sale al rescate con la única condición de que pasen a escuela pública, como una especie de “todo o nada”

Otra de las rutas que toman las instituciones, según afirman fuentes del sector, es el retraso en los pagos y la falta de cobertura de muchos de estos. Esto acaba con que muchos de estos colegios tengan que “pagar todo el material, como los uniformes, las excursiones” e incluso las “facturas de calefacción”. Unas acciones que acaban declarando la sentencia para las concertadas.

EL COSTE DE UNA CONCERTADA

El coste que asume la Generalitat de Cataluña por una plaza concertada es de un 33% menos que por una plaza pública. El gasto de la Generalitat en la escuela concertada es de 6.178,75 millones de euros. Sin embargo, en la escuela pública el gasto es de 9.614,95 millones de euros, según el informe realizado por la fundación de escuelas concertadas de Catalunya.

Informe de la asociación de las escuelas concertadas / ESCOLES CONCERTADES

El Síndic de Gregues señala que el gasto público por alumno en escuelas públicas es de 4.820 euros y en el sector concertado es de 3.564 euros. 

Coste de las plazas públicas y concertadas / SÍNDIC DE GREGUES

 

UNA CUESTIÓN POLÍTICA

Los comunes, que gobiernan el Ayuntamiento de Barcelona, --en coalición con el PSC-- apuestan por una integración completa de las escuelas concertadas en la red pública. El objetivo de esta formación política es aumentar el número de plazas públicas y paliar, así, a su juicio, la insuficiencia de plazas que hay en la actualidad. 

En el caso de Esquerra Republicana, que está en la oposición en el consistorio, pero gobierna en la Generalitat, esta integración tendría que ver con aquellas instituciones de carácter religioso. Los comunes, sin embargo, defienden una educación pública que no cuente con escuelas que segregan por sexo, que suelen ser, también, las religiosas.  El PSC, por ahora, no ha presentado una posición clara. Es partidario de la escuela pública, pero no está en ‘guerra’ con las escuelas concertadas. 

Otras fuerzas, como el Grupo Valents, han afirmado que se trata de un “sistema muy perverso” donde partidos políticos como Esquerra Republicana o En Comú Podem están realizando una persecución sobre estos tipos de escuelas. Es más, la concejal portavoz del Grupo Municipal Valents en el Ayuntamiento de Barcelona, ha confesado que estos partidos están buscando “una escuela de estado” con el objetivo de “introducir su ideología mediante las escuelas públicas”. 

LA MIRADA DE LAS FAMILIAS 

Las familias de los centros concertados muestran sus quejas, pero las asociaciones que las agrupan prefieren, por ahora, esperar a ver cómo evoluciona la política del Consorcio de Educación, aunque las directrices que sigue parecen claras. Con los comunes en el Ayuntamiento y ERC al frente de la Generalitat, --las dos fuerzas políticas partidarias de dificultar las cosas a las concertadas— el Consorcio busca la integración de más escuelas concertadas en la red pública. Es su modelo.

Uno de los casos que explica las dificultades de integrar los dos modelos lo ejemplifica la escuela Sant Felip Neri. La institución educativa del Gòtic está a punto de pasar a la red pública. En este caso, tanto el colegio como las familias de los 333 alumnos insisten en que es necesario hacer este cambio. Sin embargo, el proceso se ha retrasado debido a la reforma del contrato de alquiler que quería hacer la Congregación del Oratorio de Sant Felip Neri, propietaria del edificio. El centro todavía está a la espera de tener una respuesta. Aunque se prevé que los propietarios frenen el proceso, porque al pasar a la red pública el proyecto educativo ya no sería religioso.

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