La nueva comisaría de la Guardia Urbana de Barcelona ubicada en la calle de Tàpies no ha pasado la evaluación inicial de riesgos laborales que, por ley, es obligatoria para garantizar la seguridad y salud de los trabajadores. Lo ha denunciado la sección sindical del CSIF, que asegura que la inauguración del equipamiento responde a "publicidad electoral y engañosa".

En el comunicado enviado por el sindicato tras visitar la comisaría "a raíz de una petición nuestra" se exige el "cese de toda actividad hasta que no se realice la evaluación de riesgos laborales por parte del departamento de Prevención de Riesgos laborales", ya que el CSIF considera que se juega con la "salud y seguridad" de los policías.

Colau y Batlle en la nueva comisaría de la Guardia Urbana de Barcelona / METRÓPOLI

DEFICIENCIAS

Partiendo de esta base, el sindicato también desgrana algunas deficiencias detectadas en la infraestructura de la comisaría: "El aforo de la sala del briefing, en la primera planta, es indeterminado. En el mismo piso faltan señalizaciones de emergencia, puntos de extintores y paneles de evacuación", ha explicado a Metrópoli el delegado sindical, Eugenio Zambrano.

En el resto de plantas, Zambrano también ha detectado otros aspectos que deberían solucionarse antes de permitir la actividad en el equipamiento: "En los vestuarios faltan duchas (en la tercera planta solo hay cuatro) y algunas de las taquillas están inoperativas. También hay una falta de espacio intermedia", denuncia Zambrano.

El portavoz de CSIF, Eugenio Zambrano, durante una protesta / TWITTER

APARCAMIENTO

Otro gran problema que ven desde el sindicato es que no hay un lugar reservado para los vehículos privados de los funcionarios: "Estamos en nivel 4 de amenaza terrorista. Los espacios de estacionamiento tienen que estar vigilados con cámaras y con personal uniformado, pero el Ayuntamiento nos dice que nos busquemos la vida", ha expresado Zambrano.

"Si los agentes no pueden ir en coche por miedo a su propia integridad, se ven obligados a coger el transporte público y aquí radica otro problema: muchos de los policías vienen de fuera de Barcelona y, dependiendo de que turno, no tienen transporte público para volver a casa", lamentan desde CSIF. 

Presentación de la nueva comisaría de la Guardia Urbana de Barcelona / METRÓPOLI

"PUBLICIDAD ENGAÑOSA"

Aunque el CSIF valora también los aspectos positivos de la sede administrativa, cree que "en su conjunto, esta dependencia no es apta para la función policial".

Por ello, el sindicato ha anunciado que continuará exigiendoo "que las infraestructuras de la policía se diseñen en forma de comisarías tipo que reúnan todas las condiciones adecuadas para nuestra profesión".

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