Barcelona en Comú se ha quedado solo en la defensa del proyecto de reforma de la ronda de Sant Antoni, una propuesta urbanística sin consenso político ni vecinal. ERC, PSC, JxCat, Ciutadans, Valents y la regidora no adscrita Marilén Barceló han votado a favor de la proposición del PP de paralizar el anteproyecto en la comisión de Urbanismo y Ecología Urbana de este martes y buscar una solución acordada con residentes y grupos municipales. Dicho de otra manera, y aunque no guste a ERC ni PSC, ambas formaciones se han unido -por un día- para dar la puntilla a la remodelación de Ada Colau y Janet Sanz para la arteria.
Metrópoli ya avanzó este lunes que la iniciativa de los populares, que ha defendido el concejal Óscar Ramírez, saldría adelante. Al final, todos los partidos han dado la espalda a Colau y Sanz. El problema ahora es saber qué harán los comunes: las iniciativas de comisiones y plenos no son vinculantes, es decir que si Ada Colau decide tirar adelante el proyecto lo puede hacer, aunque en la comisión la teniente de alcaldía de Urbanismo, Janet Sanz, ha dejado la puerta abierta a acercar posiciones hasta febrero, cuando tiene que estar aprobado el proyecto ejecutivo.
DIVISIÓN TOTAL
La situación ahora mismo es la siguiente: la mayoría de grupos políticos defienden recuperar un proyecto que había sido licitado en 2018 con carril bus de subida y bajada por la ronda, zona de carga y descarga en el lado del Raval, carril bici de doble dirección, más vegetación y aceras de unos ocho metros. Este planteamiento también lo quiere la Plataforma d'Afectats per la Llosa de Sant Antoni. Barcelona en Comú, por su parte, ha presentado una propuesta que contempla un carril bus de bajada solo en un tramo de la calle, entre otros elementos. Y una cuarentena de entidades defienden la pacificación total de la arteria.
Con este panorama, difícilmente se alcanzará un consenso y muy probablemente la reforma de la ronda -a pesar que el calendario prevé el inicio de obras en junio de 2023- no se resolverá hasta después de las elecciones. Jaume Collboni, líder y alcaldable del PSC, tiene la intención de paralizar el plan de los comunes si llega a la alcaldía. Por el momento, las posiciones entre los dos socios del gobierno de Barcelona siguen a años de distancia
En la comisión de este martes se ha escenificado de nuevo. La teniente de alcaldía del PSC, Laia Bonet, ha dicho que las pacificaciones "no pueden ir en contra del transporte público ni del sentido común, mientras que Sanz ha subrayado que lleva tiempo buscando un consenso, que los vecinos están enfrentados, con posiciones "atrincheradas", y que el tráfico no volverá a la ronda de Sant Antoni.
LA OPOSICIÓN CARGA CONTRA EL GOBIERNO
Todos los grupos de la oposición han lanzado la caballería contra comunes y socialistas. La regidora de ERC, Eva Baró, ha tildado la gestión del gobierno de "esperpéntica" y la ha valorado como un ejemplo paradigmático de la falta de modelo y "uso partidista" del proyecto que ha llevado a "una degradación creciente de la zona" y a la indignación vecinal. Durante cuatro años, la losa de la ronda de Sant Antoni -que este lunes se empezó a retirar- ha sido un foco de incivismo y de molestías.
El concejal del PP, Óscar Ramírez, ha pedido paralizar el anteproyecto para reformar la ronda de Sant Antoni entre las calles de Comte de Urgell y Floridablanca, hasta no conseguir un consenso político y vecinal mayoritario. Los populares han aceptado una enmienda de ERC, que ha posibilitado el voto a favor de los republicanos. Para Ramírez, el caso de la ronda es un claro ejemplo del "fracaso político" de Colau y Collboni.
"VERGÜENZA AJENA"
Desde JxCat, el edil Jordi Martí ha indicado que el gobierno de Barcelona en Comú y PSC está "roto" por la reforma de la ronda. El concejal ha acusado a ambos de hacer el ridículo y ha dicho que su partido votaba a favor de la propuesta del PP con "vergüenza ajena", después de que el primer proyecto se anulara en 2018 y durante este mandato socialistas y comunes hayan sido incapaces de llegar a un acuerdo.
El dibujo que esta sobre la mesa del futuro de la ronda prevé, además del tramo de carril bus, un carril bici bidireccional estándar entre Comte d'Urgell y Villarroel, otra vía ciclista en el tramo pacificado entre Floridablanca y Villarroel y el veto total al vehículo privado. Además, plantea la desaparición del asfalto y que todo el pavimento sea de piedra natural.
El anteproyecto, asimismo, incorporará unos 160 árboles -de los que una cincuentena serán nuevos- y unos 1.800 m2 de verde urbano. También se reformará la plaza del Pes de la Palla y un tramo de la calle de Tamarit, y se crearán 18 plazas para carga y descarga que funcionarán a horas concretas.