El anteproyecto que Barcelona en Comú, el partido de Ada Colau, defiende para la ronda de Sant Antoni a través de la concejalía de Urbanismo será tumbado políticamente este martes en la comisión de Ecología y Urbanismo. El PSC, que gobierna Barcelona con los comunes, y partidos de la oposición votarán en contra de una reforma que carece de consenso político y vecinal.
Si no se produce ningún cambio de última hora, al menos socialistas, JxCat, Ciutadans, Valents y la edil no adscrita, Marilén Barceló, se posicionarán a favor de la proposición que presentará el PP, a través del concejal Óscar Ramírez. A estos votos se sumarán muy probablemente los de ERC, que ha negociado una enmienda con los populares, aunque los republicanos han indicado que esperarán a la comisión para mostrar sus cartas.
ENMIENDA DE ERC
Ramírez ha explicado que la demanda del partido que lidera Ernest Maragall era que se sacara del texto, que se debatirá en comisión las menciones de recuperar el proyecto de 2018, como quieren la mayoría de los grupos municipales, y ahora solo se habla de "paralizar el anteproyecto para reformar la ronda de Sant Antoni entre las calles de Comte de Urgell y Floridablanca, hasta no conseguir un consenso político y vecinal mayoritario".
El PP, como el PSC, plantea recuperar el proyecto de 2018. Ramírez recuerda cómo era la reforma que se planteó en 2018, una calle "pacificada y más amable", con aceras más anchas y más verde, zonas de carga y descarga y un carril bus de subida y de bajada, ha subrayado Ramírez. La propuesta se llegó a licitar y posteriormente fue anulada en plena oleada de recortes.
Según el edil popular, la oferta de bus planteada ahora por la teniente de alcaldía de Urbanismo Janet Sanz supondrá muchos problemas de movilidad en la zona porque los vehículos de TMB no podrán ir en línea recta. "Será una gincana. Los buses tendrán que ir serpenteando". La gran novedad del anteproyecto sobre las ideas iniciales de junio es que la reforma solo tendrá un carril bus de bajada en una parte de la ronda, entre Villarroel y Comte d'Urgell, y no en la calle entera.
DEBATE CALIENTE
El debate en la comisión será caliente y escenificará un nuevo desencuentro entre Barcelona en Comú y PSC, que ya llevan meses enfrentados por la reforma de la ronda. El PSC quiere también recuperar el proyecto de 2018 y la intención de Jaume Collboni, alcaldable del PSC, es paralizar la propuesta de Colau si se convierte en alcalde después de las elecciones de mayo de 2023. Las obras deben empezar en junio de 2023.
Fuentes socialistas han asegurado a Metrópoli que votarán contra este proyecto allí por donde pase, y así sucederá este martes. Si no se produce ningún traspiés, la propuesta del PP saldrá adelante porque, con matices, todos los grupos municipales están en contra del proyecto de Colau y Sanz. Sin embargo, la votación no servirá de nada, ya que no es vinculante. Servirá, eso sí, para escenificar que los comunes están solos.
Desde el área de Urbanismo no han querido avanzar cuál será el sentido del voto de Barcelona en Comú o si están negociando algún tipo de enmienda con los impulsores. Fuentes del PP han asegurado que las únicas conversaciones han sido con los republicanos.
El debate de la comisión coincide con el inicio de la retirada de la losa de la ronda de Sant Antoni, que los últimos cuatro años se ha convertido en un foco de incivismo y de molestias para los vecinos y comerciantes. Según el Ayuntamiento, la previsión es que el desmontaje de la losa, que cuesta cerca de un millón de euros, esté acabado en marzo de 2023.
EL VEHÍCULO PRIVADO VETADO
La propuesta de Colau, que también enfrenta a vecinos propacificación total y a los que quieren que pase el transporte público, prevé también un carril bici bidireccional estándar entre Comte d'Urgell y Villarroel y el veto total al vehículo privado.
La reforma de la ronda de Sant Antoni plantea, además, la desaparición del asfalto y que todo el pavimento sea de piedra natural. La propuesta está basada en las líneas que la teniente de alcaldía de Urbanismo y Ecología Urbana, Janet Sanz, presentó el pasado junio. El anteproyecto, además, incorporará unos 160 árboles -de los que una cincuentena serán nuevos- y unos 1.800 metros cuadrados de verde urbano. También dispondrá de espacios para actividades diversas, más zonas de paseo y juegos infantiles.