La retirada de la polémica losa de la ronda de Sant Antoni costará cerca de un millón de euros, concretamente 968.580,99 euros, con IVA, según el Ayuntamiento de Barcelona. Si no se produce ningún retraso, la plataforma que ubicó las carpas provisionales del histórico mercado mientras éste se reformaba y que lleva en desuso cuatro años, se empezará a eliminar el próximo noviembre con la idea de que las obras estén acabadas en enero de 2023.
El pasado jueves 30 de junio, la comisión de gobierno del consistorio, que forman Barcelona en Comú y PSC, aprobaron iniciar el expediente relativo al proyecto modificado para la deconstrucción de la losa [ver aquí, punto 35]. El importe cercano al millón de euros supone un incremento de un 84,95% respecto a la previsión presupuestaria inicial, que era de 523.699,76 euros, IVA incluido, debido a una actualización de los precios del proyecto original y el arreglo del ámbito en el que actualmente se encuentra la losa. Tras los 30 días de exposición pública, y si no hay alegaciones, la propuesta se dará por aprobada de forma definitiva.
UN FOCO DE INCIVISMO DURANTE MÁS DE DOS AÑOS
Con la retirada de la losa, los vecinos y comerciantes de la ronda respirarán aliviados después de que los dos últimos años y medio la losa se haya convertido en un foco de incivismo, peleas y trapicheo de drogas, con la presencia de forma muy habitual del mercado la miseria, ahora trasladado a las calles del Raval por la vigilancia permanente de la Guardia Urbana en la ronda. A pesar de ello, el incivismo y los ruidos siguen a la orden del día en la ronda. La imagen de niños subidos a una caseta a las tantas de la noche fue tomada la semana pasada.
Una vez la losa esté fuera, el Ayuntamiento procederá a la reurbanización de la zona. Prevé una gran pacificación que dejará un único carril bus de bajada, carril bici bidireccional, puntos de carga y descarga, más verde, espacios de juegos, zonas de estancia, una plaza en la confluencia de Floridablanca con Casanova y la puesta al día de la plaza del Pes de la Palla. El tráfico privado queda vetado, explicó a principios de junio la teniente de alcaldía de Urbanismo y Ecología Urbana Janet Sanz.
SIN TRÁFICO PRIVADO Y CON PIEDRA NATURAL
La futura ronda de Sant Antoni, un proyecto que se licitará en abril de 2023 para empezar las obras en junio de ese mismo año, plantea una calle de plataforma única, "de fachada a fachada, sin tráfico privado, taxis, asfalto o cemento", dijo la regidora. La construcción se hará con "piedra natural" y siguiendo el modelo de la superilla Eixample, la reforma de Pi i Margall o de vía Laietana, una arteria principal que ya se está pacificando. La propuesta que finalmente se hará se asemeja a una de las tres que puso el Ayuntamiento sobre la mesa y que descarta la peatonalización total.
Sanz insistió hace unos mes que la propuesta es por ahora solo unos esbozos para realizar el proyecto. En cualquier caso, la intención del Ayuntamiento es que solo haya bus de bajada, es decir de la plaza de la Universitat hasta Comte d'Urgell, un carril bici (posiblemente central) bidireccional, grandes espacios pacificados en ambas fachadas (Raval y Eixample) y más verde -se quiere que sea estructural-. También está previsto reformar y convertir en una zona de juegos la plaza del Pes de la Palla, en el lado del Raval, y construir otra plaza en la confluencia de la ronda con Floridablanca y Casanova, por donde ahora los coches giran para subir por Casanova.
PUNTOS DE CARGA Y DESCARGA CON HORARIOS LIMITADOS
La reforma contempla, a petición de las entidades de comerciantes del Raval, puntos de carga y descarga de mercancías. Pero según Sanz en ningún caso será un cordón entero. Aseguró que el horario de estas zonas será limitado y regulado tanto en horas como en días. En fin de semana, por ejemplo, no se podrá cargar ni descargar. El Ayuntamiento de Barcelona no aclaró si estos emplazamientos sólo estarán en el lado Raval o también en el lado Eixample. Esto se definirá cuando se redacte el proyecto.
La propuesta municipal también prevé que los fines de semana, de viernes noche a domingo noche, la pacificación de la ronda de Sant Antoni sea total, con el objetivo de hacer actividades comunitarias y que sea una calle más, como por ejemplo Gran de Gràcia, que los sábados y domingos cierra al tráfico. El proyecto contempla también la pacificación de la calle de Tamarit de forma estructural y definitiva.
EL PSC, A FAVOR DE UN PROYECTO DE REURBANIZACIÓN DE 2018
La idea de los comunes para reformar la ronda de Sant Antoni no cuenta ni con el aval de sus socios de gobierno, los socialistas, ni del resto de partidos de la oposición, ni de buena parte de los vecinos y comerciantes del Raval y Sant Antoni. En el pleno de abril, todos los grupos municipales votaron a favor de recuperar el proyecto de reurbanización de 2018, que fue aprobado, licitado y posteriormente anulado. A grandes rasgos planteaba aceras más anchas, carril bici bidireccional, transporte público de subida y de bajada y zonas de carta y descarga.
La Plataforma d'Afectats per la Llosa de Sant Antoni, formada por vecinos y comerciantes que viven la ronda, siempre ha defendido que quiere la reforma del 2018, como el PSC. Pero decidió negociar con Sanz para desencallar la reforma y que no quedara enquistada más tiempo. En el lado opuesto hay asociaciones, como Acció Raval y Fem Sant Antoni, que rechazan que la calle reabra al tráfico.
DIVISÓN VECINAL
En un comunicado de hace unas semanas, 40 entidades del Raval y Sant Antoni mostraron su "decepción" con la decisión tomada por el Ayuntamiento de reabrir la calle al tráfico -el proyecto prevé solo buses de bajada, un carril bici bidireccional, carga y descarga de mercancías y entrada y salida de los aparcamientos-, y exigieron un espacio pacificado para los peatones. Dicen que el proyecto de Sanz no responde a ningún consenso.