La potencia económica de Barcelona se ha puesto en cuestión en los últimos años, como consecuencia del proceso independentista y también de la falta de ambición. Con Madrid a toda pastilla, la capital catalana ha quedado rezagada. Pero el gobierno municipal, la parte socialista que, además, es responsable del área económica, ha reaccionado en los últimos meses al calor de las decisiones del Ejecutivo español, más interesado que nunca en lograr un segundo gran polo económico en toda España. La ciudad se siente impulsada por gestiones directas del Gobierno central en el seno de la Comisión Europea, con varios éxitos, como la instalación de un ordenador cuántico en el Barcelona Supercomputing Center o la inversión de Cisco en un centro de diseño de microchips.
España ha sido uno de los seis países europeos seleccionados por el consorcio de la supercomputación de la UE, la European High Performance Computing Joint Undertaking (EuroHPC JU) para albergar esos ordenadores. Y la ciudad en la que mejor se podía integrar es Barcelona, donde ya se encuentra el Barcelona Supercomputing Center. Se trata de una inversión de 12,5 millones de euros, que se cofinanciará al 50%, entre la UE y la secretaría de Estado de Digitalización e Inteligencia Artificial.
DESCENTRALIZAR ESPAÑA
Lo mismo puede ocurrir con la Agencia Española de Inteligencia Artificial. El consistorio de Barcelona aprobó una moción para aspirar a esa sede, que es de nueva creación. España será el primer país europeo en contar con una entidad de supervisión de la Inteligencia Artificial (IA), anticipándose al reglamento que se prepara en la UE sobre la materia. El Gobierno español lo ha trabajado en los últimos meses, y sabe que la ciudad mejor preparada es Barcelona, tras la decisión de Microsoft de instalar en la capital catalana su centro de I+D en inteligencia artificial, y donde el Consorci de la Zona Franca tiene el llamado D-Factory.
Ese nuevo ecosistema, centrado en una nueva industria 4.0, cobra un gran impulso tras el anuncio de la multinacional Cisco de abrir en Barcelona su primer centro de diseño de microchips en la UE. La decisión se hizo pública tras un encuentro celebrado entre el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, y el presidente de Cisco Systems, Chuck Robbins. La multinacional se verá beneficiada por el PERTE de microchips que tiene una dotación de 1.150 millones de euros en 2023 y con un total de 12.250 millones hasta 2027.
“El Gobierno español apuesta por Barcelona, en gran medida para potenciar un segundo gran polo económico en España, para descentralizar el poder en el conjunto de España”; señala una fuente municipal, que tiene claro que en los próximos años la segunda ciudad española, detrás de Madrid, puede dar un salto enorme hacia la nueva economía, con puestos de trabajo de alto valor añadido.
Son los socialistas, con Jaume Collboni a la cabeza, los que quieren sacar rédito de esas inversiones, que son producto de la gestión del propio ayuntamiento, pero, principalmente, del Gobierno español, que entiende que debe reorientar toda la economía española, con los fondos Next Generation, pero en una dirección “plural, de carácter descentralizado”. El caso es que ha sido el propio Sánchez quien ha sabido manejar su influencia y la del cuerpo de funcionarios españoles en Bruselas.
HUB AUDIOVISUAL
Hay otras ciudades que han recorrido un gran trecho en los últimos años, como Málaga, que aprovecha todas las oportunidades que se le presentan. Pero “Málaga no es Barcelona”, se insiste desde foros económicos catalanas. La dimensión de Barcelona es mucho mayor, y las estructuras ya existentes son las que pueden provocar ese salto cualitativo, como el Supercomputing Center, o el ecosistema creado en el distrito 22@, de carácter tecnológico.
El Consorci de la Zona Franca, que tiene como delegado del Gobierno a Pere Navarro, es corresponsable del proyecto tecnológico que se concretará en el edificio de Correos, en Via Laietana, que es propiedad del Estado, y que muestra, según las fuentes municipales consultadas, ese interés directo del Gobierno español por potenciar la economía de la capital catalana.
Hay otros proyectos en marcha, como la Biblioteca del Estado en Barcelona, en la estación de Francia, que será, en realidad, “un gran espacio cultural para múltiples usos”. O el del Hub Audiovisual y del Videojuego en el espacio de las Tres Xemeneies, que ya tiene la luz verde administrativa. También sigue su ritmo, acelerado en las últimas semanas, el proyecto de la estación de La Sagrera.
CIUDAD AEROPORTUARIA
Pero el Estado mantiene su apuesta por una gran inversión en el aeropuerto de El Prat, cuya ampliación –la tercera pista— sigue ahora parada. Fue el Gobierno del PP, con Mariano Rajoy, el que proyectó la llamada ciudad aeroportuaria. Y ahora lo recoge Aena, que ya ha dado cuenta de sus intenciones: “Aena espera lanzar entre 2024 y 2025 los primeros proyectos de la futura ciudad aeroportuaria del Aeropuerto de Barcelona-El Prat, y que se ubicarán en la Terminal 2, comprendiendo un polo logístico de 36 hectáreas y un hotel”.
Eso es lo que tiene preparado Aena, al margen de la ampliación de la tercera pista, y que puede suponer un enorme salto económico para toda el área metropolitana de Barcelona.
Ese paquete de inversiones y de proyectos tiene la guinda en la Copa América de Vela, que se celebrará en 2024, y que debe servir para reorientar la fachada marítima de la ciudad, tras un diálogo que se ha establecido entre los organizadores del evento, bajo el liderazgo de Grant Dalton, y las distintas administraciones implicadas. La ciudad aprovechará un acontecimiento deportivo que en anteriores ediciones ha tenido un fuerte componente privado y elitista, organizado y dirigido para un sector de la población muy concreto. En toda esa organización, el Gobierno central quiere implicarse directamente, porque distintos ministerios tendrán una competencia directa para facilitar desde permisos de residencia a desgravaciones fiscales para los patrocinadores y sponsors.
El comisionado de Promoción de Ciudad de Barcelona, responsable de la proyección económica, y que dirige Pau Solanilla, trabaja a todo trapo para lograr más inversiones y eventos. Y, en esta ocasión, tiene el empuje del propio Gobierno español, con la mentalidad de “descentralizar España”.